El déficit comercial de EEUU sube en marzo por frenazo en las exportaciones

En esta imagen del miércoles 21 de diciembre de 2016 se ve la Bolsa de Valores de Nueva York. Las acciones estadounidenses cerraron el jueves 17 de agosto con el mayor desplome en Wall Street en los últimos tres meses. (AP Foto/Mark Lennihan, Archivo)

El déficit en el comercio exterior de bienes y servicios de Estados Unidos subió un 11,6 % en marzo, hasta los 44.400 millones de dólares, debido a una caída generalizada de las exportaciones e importaciones ante los efectos de la pandemia del COVID-19.

Según los datos que publicó este martes el Departamento de Comercio, las exportaciones cayeron un 9,6 %, hasta los 187.700 millones de dólares, mientras que las importaciones descendieron un 6,2 %, hasta los 232.200 millones de dólares, en medio de la paralización de la actividad económica global.

Los productores estadounidenses vieron cómo bajaron notablemente sus exportaciones de coches, aviones y petróleo.

Los consumidores nacionales, por su parte, redujeron sus compras de celulares y aparatos electrónicos ante el incierto panorama económico.

El déficit en el comercio de bienes con China, muy sensible políticamente por las tensiones entre Pekín y Washington, se redujo de 19.700 millones en febrero a 15.500 en marzo. En lo que va de año, este déficit se ha reducido un 35 % respecto al mismo periodo de 2019.

En los primeros tres meses del año, el saldo comercial internacional negativo de EE.UU. se ubicó en 129.700 millones de dólares, por debajo de los 157.700 millones del mismo periodo de 2019.

«El descenso en las exportaciones e importaciones en marzo se debió, en parte, al impacto del COVID-19, ya que muchos de los negocios estuvieron operando a una capacidad limitada o cesaron sus operaciones por completo, y el número de viajeros internacionales fue restringido», recalcó el reporte.

Se prevé que el déficit en el comercio exterior de EE.UU aumente aún más en abril, dado que las medidas de distanciamiento social, la limitaciones a la movilidad y el cierre de negocios comenzaron a aplicarse a mediados de marzo.

Estados Unidos alcanzó este lunes la cifra de 1.178.906 casos confirmados de COVID-19 y superó la de 68.500 fallecidos, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad John Hopkins.

Estos datos sitúan al país más golpeado del planeta con diferencia por la pandemia originada en Wuhan (China), por delante de España, Italia y Reino Unido.

Esta semana, la mitad de los estados de EEUU han anunciado el inicio de una progresiva retirada de las restricciones impuestas para contener el virus con el objetivo de reactivar la actividad económica.

Los últimos indicadores apuntan a una grave crisis por la pandemia del coronavirus en EEUU. El primer cálculo de evolución del PIB del primer trimestre del año dejó una caída del 4,8 % anual, la mayor desde 2008; y en el último mes más de 30 millones de personas han solicitado las prestaciones del subsidio por desempleo ante los despedidos masivos.

Para contrarrestar esta situación, el Gobierno ha aprobado un masivo plan de estímulo y la Reserva Federal ha sumado varias rondas sucesivas de inyecciones de liquidez a los mercados, por un valor superior a los 3 billones de dólares, entre las que incluyó la apertura de una «ventanilla de descuentos» para ofrecer préstamos a corto plazo a los bancos, así como avales y garantías a gobiernos locales y estatales.

Según las previsiones de organismos internacionales, el comercio global será uno de los sectores principalmente afectados por la pandemia.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula una caída el comercio global en 2020 del 11 %, mientras que Organización Mundial de Comercio señala que el retroceso será de entre 13% y 32%, según los escenarios de contención del virus contemplados. EFE

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