Ideas para trascender II

Heytel Moreno Terán

Guayaquil, Ecuador

Con ocasión de las bodas de plata que el 5 de diciembre de 2019 celebró mi alma máter, escribí el artículo Ideas para Trascender publicado en La República Ec el 26 de igual mes y año, cuyo texto empieza con una frase acuñada a John M. Keynes: “La dificultad no estriba en las ideas nuevas, sino en escapar de las viejas”.

En la vida nos encontramos con profesores y con maestros. Según Jacques Ranciéri en su libro “El maestro ignorante”, unos enseñan y otros educan. Unos embrutecen y otros emancipan. Fui bendecido porque tuve algunos maestros y unos más especiales que otros. Me enseñaron que un líder se mide en la adversidad y que de todo se aprende. A temprana edad me obsequiaron un ejemplar del Mensaje a García que todavía conservo.

Un día un cliente al que admiraba me llamó y comentó que le gustaría conseguir la partida de nacimiento de un familiar y -como para “animarme”- me contó que en el intento ya había fracasado un estudio jurídico español. Yo, tratando de hacer “buena letra” y fiel a la lectura del obsequio del maestro, dije sin dudarlo que me encargaría, con la única certeza de que no sabría por dónde empezar. Me dijeron día, mes y año de nacimiento del pariente cuyos datos necesitábamos conseguir. Sin consultar y sin esperar viajé a Banyolas (España). Me topé con la sorpresa de que en el museo había un hombre disecado de “raza negra”. Hasta ese momento parecía que la búsqueda me llevaba a encontrarme con mis propios ancestros y no con el que buscaba. Aceleré el paso para procurar no ser exhibido.

La segunda novedad fue ratificar lo que ya suponía: No había registro digital de partida de nacimiento de aquella época. Y, como si fuera poco, los registros de aquel entonces permanecieron en las distintas iglesias o conventos de la ciudad. No me detuve, apresuré el paso. Visité iglesia por iglesia. De manera especial recuerdo un convento de mujeres en el que estaba prohibido el ingreso de hombres. Tuve que sacar a relucir mis dotes de “galán ecuatoriano” para convencer a una española -catalana-, para que ingrese al lugar a realizar la búsqueda mientras yo seguía peregrinando en iglesias.

Ya en los archivos, eran centenas de libros empastados con distintas actas de nacimientos, defunciones, etc. Entre tanta hoja vieja que había que manipular con cuidado porque se deshacían en mis manos, la alergia me jugó una mala pasada y salió a relucir con extrema fiereza, pero seguí porque estaba determinado en la idea del objetivo propuesto.

Luego del recorrido -algo así como las siete iglesias en semana santa-, entendí la razón por la que el estudio jurídico español nunca encontró la partida de nacimiento que le requirieron. Me detuve a pensar por un momento. Esta vez ya no podía apresurar el paso porque había buscado en todos los archivos de todas las iglesias y conventos. Tenía que asumir que era cierto que el familiar del cliente y amigo había nacido en Banyolas. Mi mente seguía trabajando ya que gracias a una cátedra UNESCO que tuve anteriormente, sabía que en esa época ya existían Censos en España.

Transformado en laberinto, me hice preguntas por los censos, cuyas respuestas debía intentar conseguir. Reinicié la búsqueda y después de algunos viajes a Banyolas encontré los dos nombres y dos apellidos de la persona que buscaba en un acta de un siglo atrás. Los datos del censo me guiaron, llevándome a calcular la edad de la persona y con esa premisa ir nuevamente a buscar a los archivos, pero en otras fechas. Finalmente, lo encontré. Resultó que el señor había nacido en otro día, de distinto mes y diferente año. Por eso nadie lo encontraba. Yo tampoco lo encontré, fue mi determinación: Ella se apoderó de mí y de la idea de conseguirlo. Esto es algo así como los sueños que nos eligen.

Esto sucedió en el año 2003. Yo tenía 27 años aproximadamente y era un joven abogado en el que por alguna extraña circunstancia habían confiado para tal cometido. Tuve suerte de que alguien, mucho antes, me había implantado una especie de chip que activa mecanismo que con estrategia busca generar ideas que coadyuven en la solución de problemas, con un método de preguntas y respuestas, premisas verdaderas y conclusiones.

Nunca me adoctrinaron, me enseñaron a buscar mis propias respuestas. Aprendí que un profesional es el que hace más de lo que debe, lo que en principio va en contra de ciertos consejos de libros que recomiendan no cruzar la frontera de lo normal y habitual, porque puede generar celos y problemas. No digo que no los he vivido, pero considero que es más valioso arriesgarse que la recomendación de Robert Greene y Joost Elffers en sus famosas 48 leyes del poder.

Desde el año 2016 que me integré a UEES, planificadamente y siguiendo mi propia hoja de ruta -lo que hago periódicamente cada cierto tiempo, tal como si se tratara de una pauta publicitaria-, aparezco con una idea para procurar cambios. No son al azar, las pienso, las mastico y las digiero. Luego, las transmito. Entre las principales ideas que mi alma máter ha acogido, puedo mencionar tres que hoy me llenan de satisfacción: 1) Reconocimiento “Huella UEES” que se otorga en cada aniversario a destacados ex estudiantes, un símil al Galardón Corazón de León de la universidad de Guadalajara, México, pero con otro matiz; 2) Incorporar espacios abiertos novedosos para estudiantes y profesores, rediseñando integralmente la plazoleta principal de la universidad; y, 3) Creación de una Escuela de Posgrados en Derecho, al estilo de las mejores del mundo, teniendo como referencia a la Harvard Law School, como escuela de posgrados en área legal pero con campos adicionales que incluya, por ejemplo, gobernanza o gobernabilidad, entre otros. Fue el modelo que inicialmente seguí, después del benchmarking realizado.

En el proceso de convertir en realidad una idea, con felicidad puedo decir que el reconocimiento Huella UEES ya se otorga desde hace un par de años. Durante la pandemia la plazoleta principal ha sido tumbada en su totalidad, para dar paso a -lo que denomino en círculo de confianza- la Plaza Lagos UEES. Y, justo hoy, se ha llevado a cabo la inauguración formal de la UEES LAW SCHOOL o Escuela de Posgrados en Derecho. Unos dicen que con ella he visto nacer a un hijo. Otros expresan que puse la semilla al haber dado la idea, nombre, cambiado los indicadores de gestión y proceso de admisión, presentado varios programas para darle vida a la Escuela ya concebida, pero que hoy nace formalmente acorde a su partida de nacimiento. No será necesario censo para conocer el origen del proyecto. Son muy gratas las felicitaciones que he recibido de directivos luego del acto virtual el día de hoy.

La alegría por la partida de nacimiento de la Escuela, merece especial agradecimiento a los profesores que colaboraron con esos productos iniciales, tales como, Santiago Velázquez Velázquez, Alicia Santillán Gutiérrez, Francisco Albuja Varela, Marco Vinicio Rodríguez, Daniel Rodríguez Williams, Fabricio Chica Martínez, José Gabriel Terán Naranjo y la ayuda especial de Francisco Bolaños. Junto a ellos entregué seis maestrías nuevas y tres diplomados, en las siguientes áreas: Penal; Criminalística; Procesal; Público; Marítimo, Puertos y Aduanas; Mediación y Arbitraje; Gobernanza y Gerencia Política; y, Contrataciones Estatales desde una Visión Empresarial, lo que tanta falta hace hoy a la nación, gracias a los casos de corrupción en temas de contratación pública.

Para la nueva Escuela era necesario mejorar indicadores de gestión, lo que dio nacimiento, entre otras cosas, al Pool de Tutores con los mismos profesores y algunos otros que se sumaron, con quienes hicimos largas jornadas de lunes a domingo, aumentando en seiscientos ocho por ciento (608%) el índice de graduados por trabajos de titulación en dos años de gestión (2016-2018) en relación al número total de graduados en la historia de los Posgrados en Derecho de la universidad. ¡El agendamiento de sesiones semanales de tutorías funcionó casi a la perfección y como cita médica con estudiantes de varias provincias! La Dirección de Posgrados en Derecho de la UEES surgió como un reto en mi vida. Hoy, cuatro años después de haber asumido ese reto, y desde otro cargo en la estructura de la universidad, puedo decir ¡tarea cumplida!

Mi especial agradecimiento a los maestros que supieron enseñarme a desmenuzar a corta edad editoriales de prensa y a leer entre líneas, así como a sentirme –con grado importante de humildad– orgulloso de ser quien soy y aprender a colgarme medallas, pero hoy se trata de colgarle medallas a los colegas y amigos que creyeron en mis ideas y proyectos, así como a mi madre de quien heredé el gusto y pasión por la educación.

He aprendido que somos lo que dice la historia y ésta debe escribirse. Ojalá logre entusiasmar a alguien a leer el Mensaje a García y a perseguir ideas navegando incluso a sotavento (viento en contra) hasta verlas nacer con o sin acta de nacimiento. Así como el cliente sabía que su ancestro era efectivamente español, los profesores mencionados saben que su producto es el resultado de aquel esfuerzo realizado. ¡Brindo por el nacimiento de la UEES LAW SCHOOL! Sin duda, mezclar pasión con conocimiento y acción, dará como resultado una fórmula poderosa para transformar lo que quieras. Si lo visualizas, lo consigues.

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