El expresidente Rafael Correa se ha conectado virtualmente desde Bélgica a la audiencia de casasión en contra de la sentencia que lo condena a ocho años de prisión y 25 de inhabilitación política por cohecho, en el Caso Sobornos, ratificada en dos instancias. Correa ha solicitado el uso la palabra, y el tribunal se lo ha concedido.
«Jamás he recibido ni siquiera permitido un soborno, un pago extraño. ¿Quién puede creer que desde 2012 a 2016 ha existido «una organización criminal y el vicepresidente de ese entonces no se enteró de nada. Y resulta que se ha dado financiamiento a la campaña de Viviana Bonilla del 2014 a la alcaldía de Guayaquil, y no a la de Barrera para la alcaldía de Quito o a la de Paul Granda, para la de Cuenca, porque son aliados del régimen», empezó.
«Es una persecución política. Y por perseguirme a mi están destruyendo gente inocente, están destruyendo familias, están destruyendo la Patria. Para tratar de inculparme se han inventado nombres: Arroz Verde, Sobornos y cuadernos escritos de un viaje de Quito a Guayaquil», ha argumentado Correa.
Han sembrado archivos. Tenemos el peritaje internacional de la empresa colombiana ALIT. No lo aceptaron como prueba por extemporánea. Ahí está comprobado que esos archivos fueron manipulados en 2018 y fueron sembrados en la computadora de Laura Terán, a quien no conozco, dicho sea de paso».
«Se ha demostrado que existió fraude procesal, contubernio entre el juez León, de primera instancia, con la Fiscalía, por medio de la secretaria Martha Caiza. Busquen en justiciaamarrada.com, ahí están las pruebas, los mensajes que intercambiaba el juez León con la Fiscalía. Y con risas: burlándose de esta persecución, de este fraude. Los presos debieran ser ellos».
«Cambiaron la acusación. Ahora salen con que soy autor mediato por influjo síquico. Como no tienen pruebas, dicen que fue influjo síquico. Que yo he ordenado a Odebrecht que nos dé sobornos. Yo ho conozco a Odebrecht, no conozco a nadie. Nunca me reuní con Odebrecht, nunca. No me gustaba esa empresa por los abusos que había cometido al inicio de nuestro gobierno. Por el contrario, en el 2015 le quitamos el contrato del Puerto de Manta, un contrato de 200 millones de dólares. ¿Cómo vamos a pedir sobornos a una empresa a la que le quitamos un contrato de 200 millones de dólares?»
«La gran prueba: el préstamo de seis mil dólares que hice al fondo de solidaridad. Aquí se prueba la total mala fe, porque ese fondo era constituido con nuestros propios recursos: yo puse siete mil dólares. Hice ese préstamo por estar sobregirado y pagué hasta el último centavo, y ahora dicen que fue soborno».
«No buscan la verdad, buscan destruir. Señores magistrados, en sus manos está el parar este clamoroso caso de injusticia, de montaje, de fraude procesal».
«La justicia ecuatoriana está quedando en ridículo a nivel internacional. Interpol ya les rechaza todo, Bélgica se les ríe, porque quién va a creer que un expresidente, me acusen de un préstamo de seis mil dólares, y de ser autor mediato por instigación en una red de sobornos. ¿Quién va a creer esa barbaridad a nivel internacional?», ha dicho.
Después de su intervención, ha pedido también la palabra el exsecretario Alexis Mera, a lo cual también ha accedido el tribunal. Terminadas los alegatos, los jueces se han retiraro a deliberar. Y finalmente anunciaron que la resolución será leída el lunes 7 de septiembre, a las 15h00.