Advierten que maternidad subrogada pueda generar explotación de las mujeres más pobres

Sesión virtual del 25 de agosto de 2020 de la Asamblea Nacional.

La organización no gubernamental Desafíos solicitó públicamente este miércoles el veto parcial de un artículo del recientemente aprobado Código Orgánico de Salud (COS) referente a la gestación subrogada, para evitar que pueda convertirse en un negocio y termine perjudicando a las mujeres más vulnerables.

Virginia Gómez de la Torre, representante de Desafíos, comentó en una rueda de prensa virtual que el movimiento de mujeres no está de acuerdo en la forma en que se ha plantado el asunto y reclaman un mayor debate.

«Realmente tenemos terror«, dijo sobre la regulación de la gestación subrogada, porque «no impide la explotación».

El COS, que comenzó a analizarse en 2012, aglutina más de 40 leyes, decretos y reformas en temas de salud, y fue aprobado el pasado 25 de agosto por la Asamblea Nacional, después de un agrio debate sobre distintos aspectos de género, entre ellos el de la subrogación o «madres de alquiler«, cambios de sexo y aborto.

Con más de 400 artículos, este compendio debe pasar hasta el 25 de septiembre la revisión del presidente Lenín Moreno, quien tiene la potestad de vetarlo total o partciamente.

TEMOR A NEGOCIOS TURBIOS

Algunos grupos de proteción de mujeres creen que la gestación subrogada «es un negocio que gira en torno a satisfacer los deseos reproductivos de personas o parejas con dinero, a costa de mujeres pobres que están dispuestas a arriesgar sus vidas por alguna mísera compensación«.

«La gestación no alquila un vientre, alquila un cuerpo, alquila una vida, la arriesga. Si la mujer queda lesionada o gesta un feto que no está de acuerdo al gusto de quienes la contratan, tiene que hacerse cargo ella«, sostienen.

Todos los derechos «están de parte del contratante y ninguno para la mujer«, advierten al apuntar que gestar para otros «no es ejercer el derecho a decidir. Tomar una decisión con base en la pobreza y la exclusión es un indicador de explotación de su capacidad reproductiva«.

En el mismo encuentro virtual, el legislador Sebastián Palacios, del partido SUMA y defensor del Código, adujo que el COS regula que en el tema no haya prestación económica, mención que los movimientos feministas creen insuficiente pues «no elimina la explotación de la capacidad reproductiva de las mujeres pobres«.

«Podríamos debatir cómo se puede redactar este artículo y mejorarlo a través del veto para asegurarnos de que no proliferen los vientres de alquiler en el país«, anotó. EFE

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