El camarón ecuatoriano ingresa sin restricciones a China, una vez superados los inconvenientes registrados con tres empresas tras hallarse trazas de coronavirus en el empaquetado exterior de camarones blancos, indicó el canciller del país andino, Luis Gallegos.
El ministro consideró que ha sido «muy exitosa» la gestión diplomática en torno al tema, en el que se negoció un protocolo, «un documento en el cual nosotros tenemos la garantía de acceso al mercado chino», el primero para ese producto ecuatoriano.
Con esa gestión diplomática, Ecuador logró «ser el primer país que tenga un acuerdo con la China, mientras hay todavía 35 países o más (a los) que China ha limitado la venta de otros productos», explicó en declaraciones a Efe.
«Me siento muy satisfecho del logro obtenido», agregó al revelar que la semana pasada se reunió con sectores camaroneros locales con los que delinearon una estrategia a futuro que permita mantener el mercado chino, así como crecer en el de Estados Unidos.
El titular de la diplomacia ecuatoriana subrayó que «todo el camarón ecuatoriano» entra sin restricciones al mercado chino.
El pasado 10 de julio se descubrieron trazas de coronavirus en el empaquetado exterior de camarones blancos ecuatorianos de tres empresas: Industrial Pesquera Santa Priscila, Empacreci y Edpacif, por lo que China suspendió temporalmente sus importaciones y ordenó la retirada de todos los paquetes de este tipo llegados desde el 12 de marzo.
Ecuador alega que las trazas han sido encontradas en el empaquetado exterior o en paredes de contenedores, con lo que el contagio puede tener cualquier origen, y no precisamente en la manipulación que se hace del producto en las industrias ecuatorianas.
Aun así, y para poder seguir exportando a China y a otros mercados, el Ministerio de Producción intensificó las medidas de vigilancia en todos los procesos de pesca y empaquetado del producto.
Con casi 4.000 millones de dólares en ventas al año, el camarón es el principal producto de exportación no petrolero del país suramericano, una industria de más de 50 años y que, en los últimos, se ha ido desarrollando gracias a la aplicación de nuevas tecnologías y sistemas de inocuidad. EFE (I)