Quito, 25 sep (EFE).- El directorio del Banco Mundial aprobó este viernes un crédito de 40 millones de dólares para apoyar un proyecto dirigido a mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas de Ecuador y apoyarlas en su recuperación por el impacto económico de la pandemia de la COVID-19.
Así lo señaló el organismo multilateral en un comunicado difundido hoy en el que resalta que el monto asignado será dirigido a apoyar también a comunidades de afrodescendientes y de «montubios», el sector campesino de la costa ecuatoriana.
El crédito es de margen fijo, reembolsable en 28 años y cuenta con un período de gracia de 11 años, precisó el organismo.
El objetivo, añadió la fuente, es apoyar a un millón de personas en quince territorios que cubren aproximadamente 300 parroquias ecuatorianas, que fueron identificadas por sus indicadores de vulnerabilidad.
«Se contribuirá para que estas poblaciones cuenten con mayores oportunidades educativas y económicas, así como una respuesta a la emergencia de la COVID-19 que incorpore el reconocimiento y respeto a su visión y prioridades de desarrollo», precisó el BM.
Recordó que, de acuerdo con un último censo en Ecuador (2010), más de 3 millones de ecuatorianos (el 21 por ciento de la población del país) se identificaron como integrantes de pueblos y nacionalidades indígenas (7%), afroecuatorianos (7,2%) o montubios (7,4%).
«Fortalecer las economías comunitarias, implica reconocer el derecho de los pueblos y nacionalidades a ejercer sus prácticas comunitarias que contribuyan al cierre de las brechas de desigualdad y pobreza», señaló en el texto Cecilia Chacón, secretaria de Derechos Humanos de Ecuador.
Además de las dificultades económicas, los serios problemas de acceso a tecnologías e innovaciones, así como de captación de agua para cultivos y a recursos naturales son también desafíos importantes que enfrenta esta población, aceptó el BM en su escrito.
«Este proyecto ha sido diseñado por los representantes de las comunidades y autoridades, y las prioridades de inversión se han definido directamente con ellos», manifestó Marianne Fay, directora del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
«En Ecuador aún subsiste un problema de desigualdad que afecta especialmente a este importante grupo de la población, que en su mayoría vive en condiciones de pobreza. Por ello se espera que este proyecto no solo favorezca la inclusión económica sino también la social», agregó Fay.
A través del proyecto se podrán apoyar iniciativas de desarrollo productivo, inclusión financiera con equidad de género, mejoramiento de las oportunidades de acceso a la educación superior y al mercado laboral, atención en salud, y capacitación en protocolos para la prevención de la violencia de género e infantil, añadió la entidad. EFE (I)