El Pompidou planta cara al virus y refuerza su oferta para esta temporada

Parí.-El Centro Pompidou presentó hoy su temporada 2020-2021, la más incierta desde su apertura en 1977 por el impacto de la pandemia aunque sin grandes restricciones y con todas las salas abiertas al público, que el centro parisino pretende llenar de propuestas que inviten al debate.

«Estamos atónitos por la situación de la pandemia, los tiempos son un poco desconcertantes pero la riqueza de nuestra programación muestra que queremos continuar con la misma fuerza de siempre». constató el presidente del museo, Serge Lasvignes, en la presentación.

El Pompidou no quiere entrar en la espiral de negatividad en la que el mundo parece haberse sumido, dijo, y por ello su intención este año es la de llenar sus salas de color y de artistas, y también de recuperar las exposiciones que no pudieron hacerse por la pandemia.

El museo no recula ante la crisis, defendió su presidente, que puso como ejemplo el viernes pasado, cuando tuvo lugar el atentado delante de la antigua sede de  delante de la antigua sede de Charlie Hebdo,  más 2.000 personas pasaron por el centro, y que las reservas para ver la exposición de Matisse que se abrirá al público el próximo 21 de octubre son ya considerables, explicó.

«Aquí continuamos, en lugares como en Estados Unidos tienen miedo. Nosotros no. Hemos reforzado nuestra programación y nuestra implantación en los otros centros repartidos por el territorio».

La programación de este año del Pompidou apuesta claramente por exposiciones que tienen que ver con la lucha contra el cambio climático, la ecología o la paridad entre sexos, que tendrá lugar en forma de debate con el filósofo español Paul B. Preciado como invitado.

Para Lasvignes, la crisis de coronavirus ha demostrado que la cultura no puede ser neutral sino que debe hacerse preguntas sobre lo que nos ocurre: «No somos un museo sólo social pero tenemos en cuenta estas cuestiones en nuestra programación», aseguró.

Entre las exhibiciones destacan el Premio Marcel Duchamp, concebido el año 2000 para dar visibilidad a creaciones francesas, la exposición del pintor abstracto Martin Barré, considerado uno de los más importantes de la segunda mitad del sigo XX o la exposición de más de 260 obras y 70 documentos del pintor Henri Matisse con motivo del 150 aniversario de su nacimiento.

Durante todo el año se podrán ver más de 60 propuestas entre exposiciones, espectáculos, películas y conferencias que quieren dar relevancia a jóvenes artistas franceses que presentaron muchos proyectos durante el confinamiento. «Es importante introducir el debate, la filosofía y la literatura en las paredes del centro para compartir la sabiduría», subrayó el presidente.

El edificio atraviesa un intenso periodo de reformas que afecta a la plaza y la entrada principal, su icónica escalera exterior y algunas salas que ampliarán espacio aprovechable. Según su presidente, el museo no cerrará en ningún momento al público porque su intención es que las obras puedan convivir con las visitas. EFE

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