La crecida de Vox hunde al PP, el Partido Popular o «la derecha cobarde»

Santiago Abascal, Líder de VOX

La entrada en el Congreso de Vox, que suma 24 escaños y un 10,1 % % de los votos, y la subida de Ciudadanos (Cs), casi tres puntos y 25 escaños más, dejan al PP con el peor resultado de su historia, 66 escaños y un 16.7 % de los votos, unos números que acaban con cualquier posibilidad de gobierno de la derecha que, en conjunto, suma 18 escaños menos que PSOE y Unidos Podemos.

Vox confirmó lo anticipado en las elecciones andaluzas y se convirtió en protagonista de los comicios, aunque con algo menos de fuerza de la que habían previsto la mayoría de las encuestas. Su llegada, sin embargo, ha tenido consecuencias negativas para la derecha, no solo por los escaños que haya podido perder por la división del voto sino, sobre todo, por su efecto movilizador entre el electorado de izquierda.

Respecto a 2016 y pese a la entrada en el Congreso de Vox, la suma de la derecha cae 22 escaños y tres puntos porcentuales. Además, el PP pierde la mayoría en el Senado por primera vez desde 1993.

Sin duda, la gran noticia en la derecha es el hundimiento del PP, que pierde más de tres millones de votos y la mitad de sus escaños, y apenas supera en un punto a Cs y en seis a Vox, cuando en 2016 aventajaba en veinte al partido que encabeza Albert Rivera y la formación de ultraderecha ni siquiera obtuvo representación. El resultado supone un pesado lastre para el líder del partido, Pablo Casado, que apenas lleva unos meses en el cargo.

La estrategia de Casado, que ha radicalizado el discurso de los populares con la intención de evitar la fuga de votos a Vox a riesgo de perder a su electorado más centrado, no ha frenado la sangría ni por su derecha ni por su izquierda. Con las elecciones locales, autonómicas y europeas a menos de un mes, los populares tienen escaso margen de maniobra para recomponerse.

La debacle del PP es generalizada, puesto que no es la fuerza más votada en ninguna comunidad autónoma. Especialmente significativos son los resultados del País Vasco, donde no logra representación -tenía dos escaños- y su número tres, Javier Maroto, se queda sin acta de diputado; y en Cataluña, donde solo obtiene el escaño de su número uno por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo. El único triunfo popular se produce en la ciudad autónoma de Melilla.

Si la estrategia de Casado ha fracasado, la de Albert Rivera, el líder de Cs, que apostó todo a «pescar» en el caladero conservador a riesgo de descuidar a su electorado situado más al centro, cosecha un éxito, aunque sea parcial.

La subida de Cs es moderada -2,8 puntos, hasta el 15,9 % de los sufragios-, pero le vale para cosechar 25 escaños más y situarse, con 57, muy cerca de los 66 del PP. De esta forma, se acerca más que nunca a su objetivo de desbancar al PP como primera fuerza de la derecha, aunque lo hace, básicamente, por el hundimiento de los populares. Rivera, que se esforzó en ser el gran antagonista de Sánchez en la campaña, reclamará ahora ese papel con más fuerza.

Cs no gana en ninguna región pero supera el PP en cinco, entre ellas Madrid, y obtiene representación en todos los territorios, con excepción del País Vasco, lo que supone un salto cualitativo importante respecto a los anteriores comicios. En Cataluña no confirma su gran resultado de las autonómicas y repite los cinco escaños que obtuvo en las generales de 2016.

Pese al buen resultado, Cs queda lejos de las expectativas que acariciaba hace un año, cuando algunas encuestas le situaban como el partido más votado, y se mantiene lejos del PSOE, que tiene más del doble de escaños y casi le duplica en porcentaje de votos.

Vox, con 24 diputados, es una novedad no solo en estas elecciones sino en la historia de la democracia española, porque por vez primera un partido que se sitúa a la derecha del PP entra en el Congreso con una representación importante. Sin embargo, la formación de ultraderecha no alcanza las expectativas que habían generado las elecciones andaluzas y algunas encuestas.

En cualquier caso su éxito es muy destacado, y más porque logra escaños en muchos territorios. En algunos, como Madrid y Andalucía, se sitúa por encima del 13 % de los votos, lo que anticipa su papel determinante en los próximos comicios locales y autonómicos. EFE

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