Carta abierta

Raúl Andrade Gándara

Rochester, Estados Unidos

Los abajo firmantes, miembros de distintos grupos y corrientes políticas, pero hondamente comprometidos con el Ecuador y su institucionalidad, queremos exteriorizar nuestra preocupación ante la poca atención y análisis dada a los últimos acontecimientos protagonizados por varias instituciones públicas, llamadas por mandato de la Constitución a proteger y respetar el marco juridico de la República.

La lentitud con la que enfrentan los abusos de poder, los atracos al erario público, la nula efectividad de los funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes y sancionar a los corruptos han creado una sensación de indefensión y hartazgo en el gran público.

Especial atención merecen las sinuosas decisiones del órgano electoral, cuyas declaraciones sibilinas y contradictorias, lejos de aclarar un de por sí oscuro panorama, han creado profunda incertidumbre en la población. A escasos meses de una elección presidencial, es inaceptable que existan dudas de fondo sobre la solvencia, objetividad, organización y seriedad de dicho organismo.

Pensamos que los medios tienen una obligación ineludible e impostergable de informar con objetividad, firmeza, profundidad y análisis sobre el sinnúmero de dudas que despiertan las decisiones del CNE. Es indispensable que los medios definan y revisen la calidad, relevancia y veracidad de la información que difunden. Es preocupante constatar, por ejemplo, la proliferación de encuestas que, sin mayor análisis, se difunden para favorecer o desmerecer a cualquier candidato, basadas en cifras, por decir lo menos, cuestionables.

Ante el delicado momento que vive el País, los medios tienen que aportar al análisis de las ofertas electorales, su factibilidad, las posturas demagógicas, la realidad de los planes de gobierno y la transparencia electoral, así como dejar a un lado por el momento la crónica roja y el sensacionalismo.

El Ecuador no puede permitirse otro apagón informático, más zozobra, ni medias verdades como política de comunicación. Es imperativa una tolerancia cero a los acomodos y cálculos políticos en perjuicio de la ley. Solicitamos por tanto, con cortesía pero con firmeza, que los medios asuman la responsabilidad de liderar esta cruzada en beneficio de los ecuatorianos para evitar que la votación sea manipulada, los derechos de los votantes sean pisoteados y la verdad oficial se imponga en desmedro de la voluntad popular.

Estamos seguros que una posición firme frente a los abusos diarios de ciertos grupos interesados impedirá que el caos se tome las calles para reclamar elementales derechos que hoy no reciben la atención que merecen a pesar de su importancia.

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