Amnistía dice que Movimiento San Isidro en Cuba sufre aterradora vigilancia

Movimiento San Isidro, en La Habana, fecha de foto indeterminada.

El Movimiento San Isidro y sus aliados, así como periodistas independientes, padecen «aterradores niveles de vigilancia» por parte del Estado cubano, denunció este miércoles Amnistía Internacional (AI).

«Miembros del Movimiento San Isidro -el grupo de artistas, miembros de la academia y otros intelectuales alternativos que atrajo la atención mundial al protagonizar una protesta poco habitual frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre-, así como periodistas independientes que cubrían su historia, están sometidos a aterradores niveles de vigilancia», denunció la ONG en un boletín.

Además, continuó el organismo, «podrían ser detenidos por la policía y funcionarios de seguridad del Estado si salen de su domicilio, lo que equivale a arresto domiciliario».

“El inquietante nivel de restricciones a las que se está sometiendo a activistas y periodistas independientes parece salido de una novela de (George) Orwell. La presencia policial frente a sus domicilios y la amenaza constante de detención es implacable”, dijo Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas.

En un periodo de dos semanas, el equipo de investigación de Amnistía Internacional reunió testimonios de activistas que describen los detalles de la vigilancia policial que hay frente a sus casas, el riesgo de detención si tratan de salir y las restricciones impuestas cuando salen.

En las fotos recibidas de activistas entre el 1 y el 13 de diciembre, el equipo de investigación de Amnistía Internacional observó 24 coches policiales diferentes. Varios activistas tuvieron al menos cinco vehículos policiales distintos estacionados frente a su casa durante ese mismo periodo.

Anamely Ramos González y Luis Manuel Otero Alcántara, a quienes Amnistía Internacional nombró presos de conciencia, respectivamente, tras el asalto a la sede de San Isidro en La Habana Vieja el 26 de noviembre, son solo dos de los activistas que tienen vigilancia casi permanente frente a sus viviendas.

En el caso de Anamely Ramos, solo ha podido salir una vez de su vivienda y fue para dirigirse a la Embajada de México. «Pudo hacerlo solo con la autorización de los agentes de la seguridad del Estado que están permanentemente frente a su domicilio» y la acompañaron hasta la sede diplomática, apuntó AI.

Según la información facilitada a Amnistía Internacional por el Movimiento San Isidro y la información verificada por Amnistía Internacional, al 11 de diciembre, al menos seis activistas —Anamely Ramos González, Omara Ruiz Urquiola, Maykel Castillo Pérez, Esteban Lázaro Rodríguez López, Niovel Alexander Tamayo y Osmel Adrián Rubió Santos— llevaban casi dos semanas «bajo vigilancia semipermanente».

Según el Movimiento San Isidro y el material examinado por Amnistía Internacional, hay más activistas y periodistas independientes que han tenido «también vigilancia de forma permanente o en días concretos frente a sus domicilios», en su mayoría desde principios de diciembre.

«Dada la magnitud de la vigilancia, es probable que el número de activistas y periodistas independientes en situación similar sea mucho mayor, concluyó la ONG. EFE

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