Uno de los organizadores de la fiesta multitudinaria de fin de año en la región francesa de Bretaña, en la que participaron unas 2.500 personas, fue acusado hoy de 16 delitos, entre ellos el de poner en peligro la vida de otros, y puesto bajo detención provisional.
El fiscal de Rennes (oeste), Philippe Astruc, anunció en rueda de prensa la presentación de cargos y de la solicitud de detención provisional, que fue aceptada por el tribunal, en contra del encausado, un hombre de 22 años que ha reconocido los hechos.
Si no queda detenido, «hay un riesgo de concertación con los otros organizadores» de la «rave», señaló el fiscal.
Astruc reprocha a este hombre «haber violado todas las normas legales y sanitarias para organizar de forma premeditada» la fiesta mientras en Francia el Gobierno estableció un toque de queda nocturno y un límite de seis adultos para las reuniones navideñas.
Entre los delitos de los que se le acusa figuran también distribución ilegal de bebidas alcohólicas, ayuda al consumo de estupefacientes y daños a la propiedad ajena.
El fiscal añadió que se investiga a los otros posibles organizadores, porque las autoridades consideran que un evento de ese calibre no puede ser puesto en marcha por una sola persona.
Cuando el 31 de diciembre por la tarde la policía detectó el importante tráfico de asistentes (que también procedían de otros países, como España), intentó actuar, pero los primeros agentes fueron atacados y uno de sus vehículos fue incendiado.
Finalmente, la fiesta terminó el 2 de enero tras casi 40 horas de música en una nave industrial en la pequeña localidad de Lieuron, a unos 45 kilómetros de Rennes.
Los agentes que rodeaban el lugar identificaron y multaron a los que salían, más de 1.200 según el ministro del Interior, pero otros huyeron campo a través.
La policía confiscó también un camión, equipos de sonido y generadores de electricidad. EFE