Una nueva ola de denuncias demuestra que el #MeToo está lejos de terminar

Armie Hammer
Fotograma del filme "Call me by your name".

Los Ángeles (EE.UU.), 12 feb (EFE).- Han pasado más tres años desde que los escándalos de Harvey Weinstein destaparan cientos de casos de abuso en las esferas del poder, un efecto dominó que en 2021 ha recobrado fuerza con una lista de denuncias contra destacados nombres del cine, la música y la política.

A la fulminante caída de Armie Hammer en Hollywood, por la filtración de mensajes sexuales de contenido perturbador, se suman las revelaciones de actrices y asistentes contra Marilyn Manson; semanas después de que la cantante FKA Twigs demandase a Shia LaBeouf por agresiones que él mismo ha reconocido.

Coinciden en el tiempo las acusaciones de «comportamiento intolerable» que las protagonistas de «Buffy the Vampire Slayer» vertieron contra el cineasta Joss Whedon y los 21 hombres que denunciaron a John Weaver, estratega del Partido Republicano, por extorsión sexual.

La cascada de denuncias, en apenas un mes, refleja que el movimiento #MeToo, lejos de terminar, continúa descubriendo experiencias de abuso que en la mayoría de casos tienen un patrón muy similar.

LA CAÍDA EN DESGRACIA DE ARMIE HAMMER, EL «CANÍBAL» DE HOLLYWOOD

Inmediatamente después de dar la bienvenida a 2021, el nombre de Armie Hammer comenzó a sonar en todas las redes sociales: Se habían filtrado de forma anónima presuntos mensajes privados del actor en los que detalla perturbadoras fantasías sexuales.

«Necesito beber tu sangre» o «soy cien por cien un caníbal» son algunas de las frases atribuidas a Hammer.

Durante varios días el actor continuó siendo tendencia, a medida que salían más conversaciones con todo tipo de peticiones, que iban desde las mutilaciones hasta el canibalismo.

La prensa reservó a Hammer el beneficio de la duda hasta que se rescataron fragmentos de viejas entrevistas en las que el protagonista de «Call me by your name» admitía sus gustos sexuales «extremos».

Los testimonios de dos de sus exparejas, Courtney Vucekovich y Paige Lorenze, terminaron por confirmar su historial abusivo, que él negó en un escueto mensaje referido a «jodidas mentiras» y «ataques en internet».

Inmediatamente después, Hammer perdió sus próximos papeles: La serie sobre la gestación de la película «The Godfather» (1972) y una comedia que iba a protagonizar con Jennifer López.

MARILYN MANSON Y SHIA LABEOUF, DENUNCIADOS POR SUS EXPAREJAS

Días después del escándalo de Hammer, la lupa del #MeToo se posó en Marilyn Manson.

La polémica en torno a la siniestra estrella del metal comenzó cuando la actriz Evan Rachel Wood denunció que fue víctima de «terribles» abusos durante años por parte de quien fue su pareja hasta 2010.

En esta fotografía del sábado 8 de julio de 2017 proporcionada por la policía del condado de Chatham, se muestra al actor Shia LaBEouf, quien fue arrestado por la policía de Savannah por embriagarse en público, alterar el orden público y obstrucción de la justicia. Más tarde fue puesto en libertad luego de pagar una fianza de 7.000 dólares. (Policía del condado de Chatham vía AP)

«Comenzó a acosarme cuando era adolescente y abusó terriblemente de mí durante años. Fui manipulada y me lavó el cerebro para que me sometiera. He dejado de vivir con miedo a represalias, calumnias o chantajes», escribió.

La protagonista de «Westworld» había asegurado en numerosas ocasiones que fue maltratada por parte de un compañero sentimental que hasta ahora no había identificado.

Tras mencionar el nombre de Manson salieron testimonios similares de la cantante Phoebe Bridgers y de gente que trabajó con él, como la estilista Love Bailey: «No soy fan de la cultura de la cancelación pero cuando alguien como Marilyn Manson te apunta con una pistola a la cabeza, es hora de hablar».

El músico se defendió al decir que eran «horribles distorsiones de la realidad», pero no fue suficiente para evitar que su discográfica prescindiera de su contrato.

La respuesta de Manson fue contraria a la que Shia LaBeouf («Fury») esgrimió en diciembre después de que su exnovia, la cantante FKA Twigs, denunciase al actor por abuso físico y mental.

«He sido abusivo conmigo mismo y con todos a mi alrededor durante años. Tengo un historial de hacer daño a las personas más cercanas a mí», aseguró LaBeouf al diario The New York Times.

Esta misma semana, su abogado cambió de estrategia y negó todas las acusaciones en unos documentos presentados en un juzgado de Los Ángeles.

EXTORSIÓN SEXUAL EN EL PARTIDO REPUBLICANO

Y otro núcleo de poder, la política, ha vuelto a relacionarse con el #MeToo tras la denuncia colectiva de una veintena de hombres que fueron supuestamente extorsionados por John Weaver, un importante asesor del partido republicano.

El testimonio de todos, en su mayoría jóvenes y becarios (algunos menores), coincide: Weaver solicitaba actividades sexuales a cambio de empleos en su comité de acción política, The Lincoln Project, que llegó a ser un prominente foro conservador contrario al expresidente Donald Trump.

«Weaver llevó una vida secreta que construyó sobre una base de engaño a todos los niveles. Es un depredador, un mentiroso y un abusador», aseguró la organización tras romper todos sus vínculos con él. EFE (I)

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