Guayaquil, Ecuador
El feminismo sinérgico nace para responder a muchos interrogantes que hoy se plantean. Promueve que mujer y hombre tienen la misma dignidad y derecho a las mismas oportunidades, hombre y mujer se encuentran en la complementariedad y aboga por dejar la lucha entre ambos, el odio y la violencia y poder construir una sociedad sostenible y feliz.
Feminismo que no impone, ni excluye. Es un feminismo de la libertad donde cada mujer puede escoger su camino de forma libre sin ser juzgada. En el Ecuador, 3,645.000 mujeres son madres (INEC, 2010) y hoy muchas madres a tiempo completo son marginadas por la sociedad o en el ámbito laboral. En este feminismo las mujeres son libres de decidir ser una mamá que trabaja, una madre a tiempo completo o profesional, soltera, casada, etc. Lo importante es generar oportunidades para todas implementando políticas que permitan a las mujeres conciliar su vida profesional con su vida personal.
Una de sus promotores es Nuria Chinchilla, abogada y PHD en Economía, ha promovido el liderazgo femenino como docente, asesora de empresas, y autora. Fundadora de Mujer y Liderazgo del IESE (España) describe al feminismo sinérgico o post feminismo así:
“No se trata de luchar uno contra otro, sino de ir de la mano y construir conjuntamente un mundo mejor: una familia más fuerte -de la que partimos-, una empresa más sólida y una sociedad más sostenible.”
Es una realidad que muchas mujeres no se sienten identificadas con el feminismo agresivo y violento, que tiende a desasociar el ámbito profesional del familiar, que tiene al hombre y a la maternidad como enemigos. En la búsqueda de una realización plena y libre se plantea esta visión positiva que promueve la integración de la persona, en todas sus facetas y resalta la feminidad y su contribución necesaria en todos los ámbitos de la sociedad.
Dignidad, diferencia y sinergia. Todos tenemos en común la dignidad por el hecho de ser personas, sin embargo, somos diferentes, y en la diversidad encontramos la riqueza humana. Sinergia significa cooperación, y es un término de origen griego, «synergía», que significa «trabajando en conjunto.» Por ello, este feminismo cambia el odio o la lucha hacia los hombres, por un feminismo de apertura y entendimiento, de conocer para poder apreciarnos en nuestras diferencias que enriquecen nuestra vida en familia, en la empresa y en la sociedad. Porque la mujer, desde su feminidad, desde sus talentos enriquece el mundo.
Feminismo de paz. La violencia hacia la mujer incrementó en el 2020, la Fiscalía General del Estado reportó 77 femicidios frente a 66 del año anterior. La lucha para erradicar la violencia hacia la mujer debe comenzar en la educación en conjunto con el hombre, sin avasallar el derecho a la inocencia que tiene cada persona, sino desde el trabajo en equipo.
¿Solo los hombres son violentos? Sabemos que la violencia, la corrupción, el maltrato, la deshonestidad no es exclusiva del hombre o de la mujer. Si algo tenemos en común es la capacidad de aprender y vivir los valores universales que sacan nuestra mejor versión y que nos permiten construir una sociedad pacífica, un entorno donde es posible prosperar. Solo a través de un trabajo entre hombres y mujeres como equipo lograremos construir una sociedad sostenible, pacífica y feliz.
Es un feminismo de vida y causas. Un feminismo que atiende las causas para proponer soluciones a los problemas reales que afectan todos los días a las niñas y mujeres. Es un feminismo que valora lo más importante que tiene una mujer y cualquier persona que es la vida, en todas sus instancias. Tanto los femicidios como los abortos selectivos se llevan a miles de mujeres. Según estudios de la revista americana PNAS los abortos selectivos evitaron el nacimiento de 23 millones de niñas en las últimas 4 décadas. Nos necesitamos vivas y libres para nacer, crecer y escoger nuestro camino.
- Orientadora familiar, Magister en Matrimonio y Familia, Doctora en Educación por la Universidad de Navarra. Autora: El Amor Conyugal desde la Experiencia Vivida. Líder de CANAVOX ECUADOR.