Guayaquil se prepara para la llegada de una nube de ceniza del volcán Sangay

REFERENCIA | Imagen tomada de @MOVISISEC.

El Municipio de Guayaquil se prepara para la posible llegada de una nube de ceniza procedente del volcán Sangay, situado en la Amazonía, y ha impartido instrucciones a la población para minimizar los riesgos.

Personal de la Dirección de Gestión de Riesgos y Cooperación del Municipio monitorea la nube de ceniza que expulsó de madrugada el volcán ante la posibilidad de que entre en la ciudad.

«La caída del material volcánico en la ciudad dependerá de la dirección del viento«, reza un comunicado del Ayuntamiento guayaquileño.

Varias ciudades de la Sierra andina ecuatoriana amanecieron este jueves cubiertos por una nube de cenciza, después de que el Sangay, ubicado en la provincia de Morona Santiago, emitiera en las últimas horas cenizas a 8.480 metros de altitud, que se dispersaron con dirección noroeste.

Al menos tres provincias se han visto afectadas por la ceniza del volcán de 5.300 metros, y varias localidades amanecieron a oscuras esta mañana en Chimborazo, y de forma más leve en Morona Santiago y Bolívar, según informó el investigador del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGN-EP), Benjamin Bernard.

Ante el temor de un cambio de dirección en los vientos, el Municipio de Guayaquil, donde se halla además el segundo aeropuerto en importancia del país, ha emitido las recomendaciones habituales para estos casos.

Entre ellas, está la de «proteger las vías respiratorias con mascarilla» y «los ojos con gafas protectoras», «evitar el contacto de la ceniza directamente con la piel» y, si es posible, «evitar salir de casa».

Además recomendó cerrar ventanas en domicilios y oficinas, conducir a velocidad reducida para evitar la dispersión de ceniza en la calzada, y mantener tapados los reservorios y depósitos de agua.

En cuanto a la limpieza, las autoridades municipales piden a la ciudadanía que el barrido de la ceniza se haga cuidadosamente «sin levantar el polvo acumulado», depositándolo en fundas separadas de los desechos comunes, y hacerlo sin agua para evitar afectaciones al sistema de drenaje. EFE

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