Sobre la corrupción y el endurecimiento de las penas

Juan Ignacio Correa

Guayaquil, Ecuador

Durante los debates presidenciales que antecedieron las elecciones, varios candidatos favorecieron el endurecimiento de las penas asociadas a corrupción como forma de reducir la misma; la moción que produjo un leve-a-moderado consenso, la siguiente: el incremento de los años en prisión. Sagnay aclamó que “el pueblo ecuatoriano quiere cadena perpetua para los corruptos” (minuto 29:11). Similarmente, Yaku Pérez aseveró que una acción concreta contra la corrupción sería endurecer las penas para quienes “roban el dinero de ustedes ecuatorianos” (minuto 39:00). No será sorpresa para el lector que Romero secundara la moción, menos que lo hiciera de forma espectacular y apasionada: “quién me va a robar a mí en mi gobierno, sabiendo que iba a permanecer eternamente en la cárcel!” (minuto 32:03).

Demostrado el consenso, el lector se preguntará oportunamente porqué es importante ahondar en la moción si menos de la mitad secunda la moción, si existen otras mociones superiores en términos de profundidad e ingeniosidad, no es esta elección prueba para caracterizar al escritor como limitado en el alcance de su pensamiento crítico y por tanto imposibilitado para analizar otras mociones?

Parcialmente en desacuerdo, diría que la simplicidad de la moción “El incremento de los años en prisión reduciría la corrupción” no amerita un análisis cualitativo relativo al espacio de propuestas, pues es evidente que este análisis llegaría hasta presentar otra moción que sea mejor, y a mi criterio existen (escúchese a Freile, minuto 2:05:32); sin embargo, yo quiero presentar un análisis contextual, mas no cualitativo, que responda a preguntas como: ¿qué supuestos podemos sustraer del planteamiento de esta u otra moción? Y por qué invertir tiempo en la extracción de supuestos? Porque podría incidir positivamente en la calidad de juicios cualitativos no sólo de esta sino de otras mociones, independientemente de su complejidad.

Empezemos.

El primer y obvio supuesto es que el candidato que promueve la moción, acepta grados de corrupción en el futuro mediato, sino lejano; de lo contrario, hablar de penas y su caracterización es irrelevante: la pena existe porque existe un delito, en este caso, corrupción. En un segundo supuesto, el candidato sugiere que incrementos en tiempos de reclusión (el remedio) causaría una reducción en las incidencias del delito (el problema). Aquí podríamos encender luces sobre la naturaleza de la moción: ¿es esta moción preventiva o responsiva? Si fuera preventiva, entonces debemos asumir que para tal efecto los autores del delito encuentran significativa la diferencia o el aumento en la pena, que la diferencia se entretiene al momento de decidir si participar o no en un delito, y que la diferencia no genera una corrección monetaria que compense el riesgo adicional, entre otras cosas.

Dado que la probabilidad del conjunto de asunciones no exclusivas es también la probabilidad de que la medida sea preventiva, y que ninguna de las asunciones se debe cumplir si la medida es responsiva, entonces podemos objetar con moderada confianza que la moción “El incremento de los años en prisión reduciría la corrupción” no es tan solouna medida simple, que supone grados de corrupción en el futuro. Es probablemente una medida que no prevendrá la corrupción, tan solo responderá a ella. Hasta aquí hemos conseguido caracterizar dos particularidades que nos permitan ser más afilados en nuestros juicios de valor para este caso, pero podemos continuar.

El tercer supuesto es más difícil de construir, pero valdría la pena intentarlo. Cuando el candidato sugiere la reducción de la corrupción como problema a resolver, parece suponer que la gravedad del delito depende de la frecuencia, sin embargo, no es difícil imaginar que dadas las circunstancias correctas, un solo caso de corrupción gubernamental tiene el poder de ser tanto o más cuantioso que miles de casos de corrupción alternativos. De modo que, reducir el número de casos no reduce necesariamente el poder de la corrupción para ser dañina, pero la moción sustenta lo contrario. Esta noción es de carácter frecuentista y su naturaleza niega una particularidad del delito de corrupción, aunque también utiliza la misma para justificarlo. Deja en evidencia, una contradicción monstruosa.

Finalmente, el cuarto supuesto de los muchos que podríamos exprimir de la moción sugiere que el candidato encuentra en la reclusión carcelaria una propiedad correctiva que incrementa a medida que incrementa la pena, pero tal propiedad correctiva, si es que existe, se encuentra severamente cuestionada. Más aún, el estado del sistema de reclusión carcelaria podría jugar el contra si la propiedad correctiva no es sino corrosiva: un incremento de la pena podría facilitar el incremento de corrupción consecuente de la formación de estructuras criminales, que a grandes rasgos, parece facilitarse en las cárceles. Es importante entender que, para justificar la moción, este supuesto debe validarse, y que frente a la imposibilidad de validarlo, no nos queda más que ser cautos o escépticos frente a el mismo.

En resumidas cuentas, hemos extraído cuatro importantes pero no exhaustivos supuestos que contextualizan major esta moción, y asimismo, cualquier otra moción, puesto que de estos supuestos podemos inferir sus alternativos, los cuales podrían entenderse como las particularidades de otras propuestas. El análisis contextual puede preceder el cualitativo y mejor aún elevarlo. Ahora que sabemos que (1) esta moción acepta la corrupción, (2) es una medida responsiva, (3) señala la frecuencia del delito como factor importante, (4) implica una propiedad correctiva inherente al sistema carcelario, podemos pensar qué propuestas necesitan cumplir estos supuestos y cuáles intentan hacerlo engañosamente, y cuáles podrían obviarlos mientras que se justifican en otros, en las alternativas a los que presento. Quizás así, podemos favorecer un grupo de propuestas frente a otras, y llevar al análisis cualitativo solo las que guardan lógica interna entre remedio, problema y supuestos.

Debate Presidencial del CNE

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