Alemania quiere «minimizar» la entrada de todo tipo de viajeros

El Gobierno alemán aseguró este viernes que quiere «minimizar todo tipo de entradas de viajeros» al país y que por eso analiza la legalidad de prohibir temporalmente las llegadas en Semana Santa.

El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, respondió de esta forma en rueda de prensa al ser interrogado sobre la propuesta para evitar viajes al extranjero durante las vacaciones, especialmente a las islas Baleares, un destino muy demandado desde que las autoridades alemanes sacaron a esta comunidad española de la lista de zona de riesgo.

«Hay interés por parte del Estado por minimizar todo tipo de entradas de viajeros. Por eso se analiza», aseguró Seibert para añadir que la cuestión es «relevante» y que se está estudiando «minuciosamente» porque suscita dudas legales.

Según distintos expertos, esta medida podría chocar con la libertad de movimiento dentro de la zona Schengen y con el derecho de todo alemán de regresar a su país.

Seibert confía en que se concluya en breve el estudio de esta cuestión de cara a la Semana Santa.

La canciller alemana, Angela Merkel, ya reconoció este jueves los «notables problemas legales» que entraña esta medida y subrayó que el país debe comportarse siempre atendiendo a la ley.

La cuestión surgió a raíz de la polémica tras el repunte de reservas por Semana Santa para las Baleares, después de que éstas y otras regiones españolas quedaran desde el 12 de marzo fuera de la lista de zonas de riesgo por la pandemia.

Por el momento, el Gobierno alemán va a obligar a partir del martes todos los viajeros que ingresen en el país, independientemente del lugar de procedencia del viajero, a presentar una prueba negativa de covid-19. Hasta ahora, esta exigencia regía para los viajeros desde zonas denominadas de «alta incidencia» o con «presencia de variantes» del coronavirus.

El Gobierno alemán recomienda desde hace meses encarecidamente evitar todo viaje no esencial, lo que incluye los desplazamientos y pernoctaciones turísticas en el propio país.

El propósito es restringir la movilidad, lo que se acentuó ahora por el repunte de nuevos contagios que se observa de forma continuada y desde hace varias semanas en Alemania.

La incidencia acumulada en siete días aumentó este viernes a 119,1 contagios por 100.000 habitantes. A mediados de febrero se logró descender hasta los 58. La República.

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