Arauz presidente… de Colombia

Fernando López Milán

Quito, Ecuador

¡Qué bueno!, la bandera que aparece en uno de los vídeos de la campaña electoral de Andrés Arauz nos ha permitido despertar de la horrible pesadilla colectiva en la que estuvimos sumidos estos últimos meses. ¡No! Andrés Arauz no es, como había intentado hacernos creer –“Andrés, no mientas otra vez”-, candidato a la presidencia de la república del Ecuador, sino a la de Colombia.

Así que, quienes lo criticaron por desconocer la letra del himno nacional del Ecuador, deben ofrecerle disculpas. Señores, el himno que le corresponde saber es el de Colombia. Le deben recomendar de paso que, en lugar de visitar las provincias de Guayas, Chimborazo o Manabí, recorra los departamentos del Cauca, Nariño o Antioquia.

Buena suerte para nosotros, mala suerte para los colombianos.

Ciertamente, Arauz y su candidatura son una comedia, pero una de esas que pueden acabar en tragedia. Arauz es muy amigo de los terroristas del ELN, que, al parecer, han contribuido al financiamiento de su campaña. El ELN, el mismo grupo terrorista que, el 17 de enero de 2019, cometió un atentado con coche bomba contra la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, en el que murió la cadete ecuatoriana Sofía Chico. Esto es el odio en acción. El odio que nunca es algo tan banal como la moda, sino, llevado a la política, una auténtica tragedia.

¿Votaremos, sin embargo, por el amigo de los asesinos de ecuatorianos? ¿Votaremos por una persona a quien le interesa más el dinero para financiar su campaña, venga de donde venga, que la vida de sus compatriotas? ¿Será que nuestro resentimiento es tan fuerte como para llevarnos a elegir la opción del desastre?

El odio y la mentira convertidos en política de Estado es lo que nos espera si, por desgracia, Arauz llega a la presidencia de la república. El odio, la mentira y la estupidez maquillada con eslóganes, tecnicismos y chatarra ideológica.

Andrés, que durante todos estos meses ha estado haciendo campaña arropado con la bandera colombiana, ¿podrá, de llegar a la presidencia, gobernar a los ecuatorianos: los ciudadanos de un país que desconoce, y que le importan menos que el dinero de sus asesinos?

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