Oda al atraso

Raúl Andrade Gándara

Rochester, Estados Unidos

¡Qué buen discurso el del Lcdo! Firme y molesto, implacable contra la corrupción, intolerante con los dictadores, estadista astuto ante las malas maniobras de su antecesor. ¡Hasta parecía que era candidato a alguna dignidad! Lástima que la arenga llegó al Ecuador con cuatro años de retraso.

Aquí ya nos habíamos acostumbrado a un presidente silencioso, ausente, lleno de titubeos y dudas al momento de tomar decisiones. Tal parece que al final de su mandato recargó energías para intentar explicar lo indefendible.

Dijo que había logrado desmantelar al siglo XXI, cuando la realidad es que su candidato estuvo muy cerca de ganar las elecciones. Se declaró enemigo de la intromisión externa, cuando vemos soldados de Maduro regados por Ecuador y America Latina por la ausencia de políticas migratorias. Censuró la corrupción, cuando la realidad es que estuvo muy cercana a su gobierno. Declaró la guerra al narco tráfico, pero luego de cuatro años de no solicitar ayuda norteamericana. En fin, cada uno cuenta la historia a su manera, y al público corresponde discernir y entender.

Se va el lcdo y nos deja muchos temas en carpeta. Su silencio obstinado ante los hechos de octubre, ante los actos de corrupción en su gobierno, ante la permanencia en su entorno de sujetos poco recomendables, no únicamente por correistas, sino por pillos. Su desconocimiento de la realidad económica, que significó tres años a la deriva de decisiones económicas impostergables.

Su lentitud para reaccionar frente a la pandemia, que desnudó además a un grupo político-mafioso enquistado en la salud pública, que lucraba de ella y que a todas luces tenía un acuerdo con el poder. Es verdad que fue una coyuntura muy dura, sin dinero en las arcas fiscales y sin recursos humanos suficientes para enfrentar la pandemia, pero no es menos cierto que la falta de definiciones anteriores fue responsabilidad de su gobierno.

Sorprende por tanto la tardía reivindicación de sus logros, de sus obras publicitadas y del viaje faraónico a expresar su verdad en Florida, no porque no tenga derecho, sino porque constituye un acto burlesco frente a la realidad que vivimos los últimos cuatro años.

Estuvimos entre dos aguas, sin rumbo fijo, sin agenda política y sin metas claras. El que hoy, ante los hechos consumados, la decisión soberana y el nuevo rumbo, se declare actor del cambio y artífice de la derrota del siglo XXI suena a una caja de petardos guardada cuya explosión no llama la atención sino que provoca hilaridad.

Habrá que reconocer su esfuerzo por recuperar en algo la libertad de prensa, tan maltratada por su antecesor, y el que se haya permitido actuar a una justicia maniatada por la intervención activa del gobierno anterior. Pero faltan aún muchos casos por juzgar, de menor impacto público pero de impresionante valor económico.

Las sanguijuelas tuvieron patente de corso en su gobierno, y ninguno de los temas denunciados en comercialización petrolera y obras públicas ha tenido un eco frontal en su gobierno. Basta recordar la lista de Odebrecht y la negociación con China para concluir que hay aún muchos secretos no revelados en su mandato.

Habremos de agradecerle el no habernos llevado por el camino de Venezuela, pero más por antipatía con Maduro que por convicción ideológica. Seguir la ruta trazada por Correa habría significado el descalabro para Moreno, y su sentido de País y por supuesto su vanidad personal le impedían ser cómplice del desastre. Es bueno que lo haya entendido, aunque sea tardíamente.

Su mandato, lcdo Moreno, tendrá siempre un gran signo de interrogación. Espero que sus declaraciones luego de dejar el poder y las investigaciones que se hagan sobre sus cuatro años permitan aclarar las preguntas que hasta hoy subsisten.

En cuanto a su lamento sobre la calidad de nuestro pueblo, digamos que hubo un justo empate. Un pueblo mediocre fue el que eligió a un presidente mediocre. Para ambos existe la opción de rehabilitarse. Nosotros ya lo hicimos en la última elección. Pero usted todavía no lo logra. Esperemos que sus actos de gobierno, mirados a la distancia con el lente del historiador, lo rehabiliten.

LaRepública.

Miami (Estados Unidos), 5 de mayo del 2021.- Como orador principal, el presidente Lenín Moreno, participó en el «Foro de la Defensa de la Democracia en las Américas», donde destacó que el Ecuador ha recuperado la institucionalidad, la democracia y la libertad de expresión.mFoto: Jonathan Miranda/Presidencia de la República

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