Irán sufre otro intento de sabotaje contra su programa nuclear

Reactor de Arak. Lugar clave del programa nuclear Iraní.

Irán neutralizó este miércoles un intento de sabotaje contra uno de los edificios de su agencia atómica, en otro acto más contra las instalaciones similares del país mientras se desarrollan negociaciones para rescatar el acuerdo nuclear de 2015.

El edificio blanco del ataque, perteneciente a la Organización de la Energía Atómica de Irán, está situado cerca de la ciudad Karaj, al oeste de Teherán.

Las autoridades iraníes están investigando lo ocurrido e intentando identificar a los autores del «acto de sabotaje», del que ha trascendido poca información y del que por ahora no se ha acusado a nadie.

SIN VÍCTIMAS NI DAÑOS

El ataque fue frustrado justo antes de que infligiera daños materiales en el edificio o causara víctimas, según la televisión estatal iraní.

Se logró neutralizar gracias a los estrictos protocolos de seguridad adoptados recientemente tras otros actos similares de sabotaje contra sitios nucleares del país.

El más reciente se registró en abril pasado contra la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, en el centro de Irán. El apagón dañó cientos de centrifugadoras y fue calificado por Teherán como «terrorismo nuclear».

En represalia, Irán empezó a enriquecer uranio a una pureza del 60 %, muy por encima del 3,67 % que le permite el pacto nuclear de 2015 (JCPOA por sus siglas en inglés) y a un nivel cercano al necesario para producir una bomba atómica.

La República Islámica acusó del sabotaje de Natanz a Israel, país al que también responsabilizó del asesinato en noviembre pasado cerca de la capital del prominente científico nuclear Mohsen Fajrizadeh.

Israel nunca ha confirmado ni desmentido estos ataques, a los que se suman otros incendios ocurridos en instalaciones vitales del país persa el verano pasado y diversos sabotajes a barcos.

TENSIÓN TRAS LA VICTORIA DE RAISÍ

El incidente de hoy se produce después de que resultara elegido en las presidenciales del pasado viernes el clérigo ultraconservador y jefe del Poder Judicial, Ebrahim Raisí.

En su primera rueda de prensa como presidente electo, Raisí se mostró partidario de continuar con las negociaciones nucleares en curso en Viena, pero exigió el fin de todas las sanciones estadounidenses y se negó a incluir otros asuntos en disputa como los misiles balísticos.

El nuevo primer ministro de Israel, el ultranacionalista Naftali Benet, aseguró el pasado domingo que la elección de Raisí es «una señal» para que las principales potencias mundiales «despierten» y «entiendan con quién están negociando y qué tipo de régimen están eligiendo fortalecer».

Las negociaciones comenzaron el pasado abril entre Irán y el resto de signatarios del JCPOA (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) y en ellas participa de modo indirecto EE.UU.

El objetivo de las conversaciones, que ya han celebrado seis rondas, es encontrar un mecanismo que permita a EE.UU. regresar al JCPOA, que abandonó en 2018, y a Irán volver a cumplir con sus compromisos.

A LA ESPERA DE UN RESULTADO

El presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró este miércoles en la reunión semanal del gabinete que las sanciones estadounidenses podrían levantarse «hoy mismo» si hay voluntad de todas las partes.

Por su parte, el jefe de la oficina de Rohaní, Mahmud Vaezí, explicó que se ha logrado un acuerdo para levantar más de un millar de sanciones contra el petróleo, el transporte y las aseguradoras, así como contra «individuos del círculo del líder supremo».

Uno de esos individuos es Raisí, a quien EE.UU. impuso sanciones en 2019 por ser parte de «los funcionarios no elegidos popularmente que rodean al líder supremo de Irán e implementan sus políticas desestabilizadoras».

Las negociaciones han logrado avances y se espera que en la próxima y séptima ronda, para la que todavía no se ha determinado una fecha, se llegue a una conclusión final.

Al margen de estas conversaciones, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) negocia con Irán la extensión de nuevo de un acuerdo bilateral para mantener un nivel mínimo de verificación del programa nuclear persa.

Ese acuerdo, inicialmente de tres meses y ampliado en mayo pasado por un mes, expira mañana, sin que por el momento haya trascendido qué va a ocurrir con los límites impuestos por Irán a las inspecciones internacionales. La República.

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