
Quito, Ecuador
Ecuador es un país rico en tradiciones y leyendas. Nuestra cultura es una de las más notables de América Latina y Quito no podía ser la excepción. Basta pasar por las grandes iglesias que se imponen en nuestro hermoso casco colonial para darnos cuenta de que estamos rodeados de belleza arquitectónica y artística. Pero, como en todo gran paraíso, hay demonios que se esfuerzan en destrozarlo. En Semana Santa, el templo de San Francisco es el epicentro de los más hermosos coros de música sacra.
Parece que Quito no ha avanzado en las últimas tres administraciones, pero Yunda hizo lo impensable y no sólo que dejó la ciudad peor que como la encontró sino que parece haberla atrasado en el reloj unos pocos siglos y sumirla en una urbe de los años 1304 y 1308. En ese tiempo el poema Inferno se estaba gestando dentro de la Divina comedia la obra cumbre de Dante. Ahora, tal y como si Dante y Virgilio dieran un salto a nuestro tiempo, es fácil retratar justamente ese poema en nuestra vida cotidiana.
Actualmente los pozos del Infierno estarían repletos, sobre todo el Octavo círculo destinado al fraude. En el Primer recinto están los proxenetas y seductores, aquellos que han raptado a nuestros niños y jóvenes con el más perverso de los fines que serán azotados por los demonios mientras caminan en hileras opuestas. Por crear la tabla de drogas y permitir el microtráfico y libre expendio de drogas en colegios y escuelas yacerán en este recinto Augusto Espinosa y Freddy Peñafiel.
En el Segundo recinto yacerían los adulares, con excremento humano hasta casi el cuello, aquí sería fácil situar a todo el movimiento correísta incapaz de mirar más allá de sus narices. Son liderados por Andrés Arauz como legionario destacado y Paola Pabón no muy lejos de él: todos vigilados por Gadriel.
En el Tercer recinto yacerían los culpables de simonía (no desde un punto de vista religioso pero sí de poder) donde estarán atrapados, con llamas hasta los tobillos, los Bucaram.
En el Cuarto recinto están condenados los brujos, astrólogos, y falsos profetas quienes tienen la mirada hacia atrás incapaces de ver el futuro, aquí se situará los activistas GLBT, las feministas, los falsos ambientalistas y mercaderes de libertades. Aquí estarán Pamela Troya, María Fernanda Ampuero, Daniela Alcívar, Silvia Buendía custodiadas por Caín. Todos condenados por sus falsas luchas y censura contra quienes se oponen a sus radicalismos.
En el Quinto recinto yacerán los políticos corruptos, con brea hirviente cubriéndoles el cuerpo. Aquí estarán Jorge Yunda, Delfín Quishpe, Abdalá Bucaram, Jorge Glas, Carlos Pareja Yannuzzelli, Freddy Carrión, Rafael Correa, María Alejandra Vicuña, Ramiro González, y muchos quienes sus cuerpos no son más que huesos negros y pútridos. Son custodiados por Malebranche.
En el Sexto recinto, destinado a los hipócritas, estarán vestidos con sus capas doradas hechas de plomo puro Jaime Vargas, Leonidas Iza, Lourdes Tibán y Marcelo Hallo.
El Séptimo recinto está reservado para los ladrones, aquí estarán Antonio Vargas, Moreno Viana, Raúl Carrión, Sebastián Yunda, Lenín Mantilla y Diego Jara. Los ladrones son perseguidos y mordidos por serpientes.
En el Octavo recinto, consejeros fraudulentos, andan revestidos en una llama que los consume, el sacerdote José Carlos Tuárez, Roberto Wohlgemuth, Héctor Velasco Álvarez, Edwin Jarrín y María Gabriela Vargas Alarcón.
En el Noveno recinto es atestado por los que en vida dividieron a las personas, por ello aquí también, no sólo Correa estará en este foso sino sus coidearios como Marcela Aguiñaga, Gabriela Rivadeneira, Alexis Mera, Fernando Casado, Xavirr Lasso y Ricardo Patiño quienes serán partidos a la mitad una y otra vez por los demonios.
En el Décimo (y último) recinto yacen los falsificadores, perjurios e imitadores a quienes les aqueja una eterna enfermedad y no pueden morir. Aquí están los falsos intelectuales como Orlando Pérez, Leonardo Parrini, Gabriel Cisneros Abedrabbo, Iván Égüez, Abdón Ubidia y Kintto Lucas quienes vendieron sus servicios periodísticos y artísticos a un nefasto modelo político siendo, al final, solo imitadores en sus campos. Cada identidad suya fue mentira y cada afirmación un perjurio.
Al final, desde el 24 de mayo de 2021 un sol iluminó nuestras vidas como ciudadanos y un cielo lleno de estrellas, a veces opacado todavía por la corrupción, nos cobija con deseos de que esta realidad cambia. Pero, sea como sea, seguiremos en pie quienes creemos en la libertad y los verdaderos ideales seguirán firmes. Que así sea.
