
El principe de Gales del Reino Unido, Carlos, de 72 años, que heredará el trono del Reino Unido, ha entrado en disputa con su hermano menor, el Conde de Wessex, Eduardo, de 57, por el título de duque de Edimburgo, que durante 70 años ostentó el príncipe Felipe, el marido de la monarca, fallecido el pasado 9 de abril.
A la muerte del duque de Edimburgo, se daba por hecho que Eduardo heredaría su título. El príncipe llevaba años ocupándose de asuntos y entidades fundadas por su padre. Además, Eduardo y su mujer, Sofía, se han convertido en un valor en alza en los dos últimos años en la familia real británica, con la caída en desgracia del príncipe Andrés y la espantada de Enrique y Meghan Markle.
Los Wessex y sus hijos, Luisa Mountbatten-Windsor y Jacobo Mountbatten-Windsor, han estado discretamente cercanos a la reina y su marido. Pero, además, había una promesa en el aire que ahora Carlos quiere desbaratar.
Cuando Eduardo se casó con Sophie Rhys-Jones, el 19 de junio de 1999, recibieron como regalo de boda por parte de la reina el título de condes de Wessex, un título un grado por debajo del ducado. Para conformarlos, el condado iba acompañado de una promesa: cuando su padre, Felipe, muriera, el ducado escocés pasaría a Eduardo.
Guerra de hermanos
La reina, el duque de Edimburgo y el príncipe de Gales han acordado que al príncipe Eduardo se le otorgará el ducado de Edimburgo cuando el presente título que ahora ostenta el príncipe Felipe finalmente regrese a la Corona”, decía entonces un comunicado público. Es decir, el cambio había de llegar cuando Felipe muriera y la reina Isabel también, por tanto, cuando Carlos fuera rey.
De momento, el heredero al trono de Inglaterra, de desdice de la promesa y decide que el título de duque de Edimburgo lo quiere para sí mismo, según ha informado The Sunday Times, que cita a dos fuentes próximas al heredero. “El príncipe [Carlos] es hoy por hoy duque de Edimburgo, y de él depende lo que suceda con el título. No irá a parar a Eduardo”, afirma una, mientras que otra asegura: “[El ducado de] Edimburgo no será para los Wessex en lo que al príncipe respecta”.
Según The Sunday Times, la idea del primogénito es reducir la monarquía.
Prometido por el duque
En una reciente entrevista con The Daily Telegraph, Sofía de Wessex recordaba aquel momento de hace más de 20 años. “Nos quedamos ligeramente sorprendidos”, decía Sofía. “Él [Felipe de Edimburgo] vino directo a nosotros y nos dijo que le gustaría mucho que lo consideráramos”. En esa misma entrevista, Eduardo explicaba que aceptarlo era “agridulce”: “Porque el único modo que el título podría llegar a mí sería que mis padres murieran”.
El ducado de Edimburgo es un título creado en 1726 por Jorge I. A mediados del XIX lo recuperó la reina Victoria para su segundo hijo y Jorge VI, padre de Isabel II, se lo concedió en 1947 al marido de su hija mayor. En un primer momento, era Andrés (tercer hijo de la reina) quien optaba a ese honor, pero al final fue investido duque de York, título que suelen llevar los segundos hijos varones de los soberanos británicos.
