La reina Isabel II de Inglaterra ha decidido proseguir en su residencia de Balmoral (Escocia), a pesar de que uno de los miembros del personal diese positivo por COVID-19, informan este martes los medios británicos.
La monarca, de 95 años y con la pauta completa de vacunación, permanecerá en su tradicional retiro escocés como estaba planeado, en las que son sus primeras vacaciones desde el fallecimiento de su esposo, el duque de Edimburgo, el pasado mes de abril.
«Todo el personal de Balmoral se somete a pruebas de covid diariamente y el sábado esta persona dio positivo», explicó una fuente al periódico británico «The Sun».
Por su parte, un portavoz del palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real, aseguró que hay una serie de «procedimientos establecidos» en el caso de que un miembro del equipo contraiga covid.
Entre ellos, la obligación de «llevar mascarilla y mantener la distancia social» al personal en activo.
Varios trabajadores fueron «enviados a casa» y además se cerraron «la cantina de empleados y el bar», localizados en un edificio separado dentro de la finca.
Por su parte, según «The Sun», los miembros de la familia real «siguen actuando como antes» y rechazaron la idea de servirse ellos mismos a modo de «buffet», en lugar de hacerlo sus sirvientes.
La reina está acompañada por varios de sus familiares-entre ellos el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo-, y se espera que los duques de Cambridge y sus hijos también acudan a finales de mes.
Balmoral ha sido un lugar de retiro para la familia real británica desde los tiempos de la reina Victoria (1819-1901). EFE (I)