Este lunes 30 de agosto se realizó el segundo día de comparecencias dentro del caso que investiga la Comisión de Fiscalización contra el defensor del Pueblo Freddy Carrión, por un incumplimiento de funciones.
Los interpelantes de este juicio político contra Carrión son los legisladores Ricardo Vanegas (PK) y Yeseña Guamaní (ID).
El defensor del Pueblo es investigado desde el pasado mes de mayo luego de protagonizar una riña en la casa del exministro de salud, Mauro Falconí, en la que mantenían una reunión -en pleno toque de queda- en la que participó además la esposa del ministro.
Tras los nuevos testimonios, el presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio, le llamó la atención que nadie de los involucrados en este caso reclame los 47.000 dólares que fueron encontrados el día de la riña. Además -dijo- que en las próximas comparecencias consultará a la fiscal general, Diana Salazar, si existe alguna investigación previa sobre el dinero hallado.
Acudieron a rendir su versión de los hechos el general de la policía, Alaín Luna -jefe de la zona 9 de Quito-; los agentes encargados de la seguridad del defensor, Darwin Naranjo y Jhonny Lema; el presidente del Comité de Operaciones de emergencia, Juan Zapata; y, el exministro de Gobierno, Gabriel Martínez.
Luna relató que en horas de la madrugada recibió una llamada de un oficial de inteligencia que le dio a conocer de la existencia de una «novedad» en el domicilio de Falconí, y que se trataba de una riña. El exministro había denunciado en un primer momento, un supuesto asalto, que personas habrían interrumpido en su domicilio y habrían procedido a golpearlos para robarse artefactos de la casa.
Sin embargo, los oficiales revisaron las cámaras de seguridad luego que los guardias del edificio negaran que personas extrañas hayan ingresado al lugar. Una vez verificados los videos observaron que la riña fue entre el exministro y el defensor del Pueblo.
Tras eso, la mujer de Falconí manifestó a los agentes policiales que había sido «ultrajada y agredida».
Luna confirmó que recibió un mensaje de voz de WhatsApp del exministro Martínez, informándole que los involucrados no iban a realizar ninguna denuncia por lo que podían retirarse. Sin embargo, el general le manifestó que eso no iba a ser posible por lo que se iba a realizar el procedimiento normal, es decir, conducidos a la unidad de flagrancia para que la fiscalía decida.
El oficial Naranjo, parte de la seguridad de Carrión, manifestó que fue su compañero Jhonny Lema que le informó de lo sucedido en la casa de Falconí, por lo que se trasladó de inmediato. Una vez allí, observó que Carrión y Falconí presentaban «sangre y golpes en sus rostros».
Al lugar de los hechos acudieron dos familiares de Carrión, uno de ellos su sobrino, Ángel Carrión. La otra persona no se identificó, contó el oficial.
Falconí y su mujer fueron trasladados al hospital Metropolitano por personal del cuerpo de Bomberos, mientras que Carrión dejó el edificio con ayuda de sus familiares, relató.
Tras esto, el oficial Lema traladó a Carrión hasta el departamento de su sobrino.