Como una ola

Ricardo Noboa

Guayaquil, Ecuador

No se trata de la canción de Rocío Jurado. Para nada. Se trata de la marejada política que se empieza a levantar contra el presidente Guillermo Lasso por parte de quienes perdieron las elecciones. Las del 11 de abril y las del 15 de mayo. Es decir, un montón de gente con micrófono, con lanzas y con poder real. Vaya coctel Molotov.

Veamos. El presidente gestiona exitosamente el programa 9/100 y logra vacunar nueve millones en 100 días. Algo que pocos lo creían y que muchos no querían. Pero no les quedó mas remedio que aceptar que el proceso había sido muy bien llevado. Porque puede que sean golpistas, pero no tontos.

Pero luego el presidente tuvo que enviar un proyecto de ley a la asamblea para cumplir con su programa económico y social. Y empezó el llanto y crujir de dientes. Leyes que reforman varias leyes ha habido desde que se regresó a la democracia.

La primera fue la que se llamaba “de regulación del gasto publico” enviada por el ex presidente Hurtado allá por 1.983. No se llamaba “trole” en aquella época sino “ley fanesca”. Pero era lo mismo. Luego vino Febres Cordero que mandaba varias al mismo tiempo, el congreso las negaba y el presidente las publicaba. Pugna de poderes.

Las normas constitucionales se han ido reformando para evitar que un presidente haga lo que quiera con las leyes urgentes. Y ahora hemos desembocado en que la ley deba referirse “a una sola materia”. Como eso es realmente imposible en un nuevo gobierno que quiere llevar adelante su programa económico y necesita de ciertas reformas legales rápidas, es ineludible que una ley reforme otras.

Por ello se ha interpretado que debe existir un “hilo conductor” que “conecte” a las diferentes reformas a fin de que la “materia” sea una sola. Y los abogados, los que están a favor y los que están en contra argumentamos a favor del envío de una ley de leyes y los otros en contra de la misma.

Como si el problema del país fuera jurídico y no político. El CAL, a través de cinco iluminados bloquea el tratamiento de la ley y no la tramita impidiendo la discusión parlamentaria. Simultáneamente cuatro bloques de legisladores que suman mas de 100 asambleístas publican un manifiesto diciéndole al ejecutivo que no pierda el tiempo mandando más leyes parecidas porque no las van a tratar.

Al menos, legislativamente, esos bloques van a “gobernar desde la oposición”, como decía la ID el año 1984. De pronto, a la vuelta de la esquina, esos bloques se encuentran con los Papeles de Pandora, una publicación que solo involucra políticos y empresarios del centro hacia la derecha, jamás a la izquierda, y que denuncia como tales políticos y empresarios “esconden” sus dineros fuera de sus países de origen, lo que desata la imaginación de los perdedores de las elecciones para acusar al presidente que mas impuestos ha pagado en la historia del país, de evasión tributaria.

Ahh, y se encuentran también con la revuelta carcelaria, atribuible a años de descuido y tolerancia al narcotráfico.  Al mismo tiempo, Leonidas Iza se sube a esta nueva camioneta y ve la oportunidad de provocar otro estallido como el de aquel octubre negro.

Tormenta semiperfecta como para provocar la desestabilización de un régimen cuyos éxitos envidian y cuyas políticas sociales tienen más sensibilidad que las de la izquierda tradicional, Conaie incluida y a la que más importa mantener subsidios regresivos que el bienestar de los pueblos indígenas.

De modo que las fuerzas democráticas tienen que estar atentas. La Corte Constitucional debe ser la vigía de la estabilidad institucional y la Fiscalía debe ser objetiva en el análisis de cualquier trasnochada denuncia, inestabilidad y denuncias que provendrán, sin duda, del golpismo que empieza a juntar a la Conaie y a la Asamblea, instrumentos políticos de la conjura, la venganza y la desestabilización habituales.

El gobierno del encuentro empieza a sentir los desencuentros típicos de la política ecuatoriana, donde el irrespeto a la constitución y la ley nace de la institución que debe respetarla.

Por ello es que la asamblea tiene un rechazo del 80%. Pero eso no importa, pues llegado el momento se juntan las fuerzas y, como una ola, arrasan con la institucionalidad. 

El hacha de la guerra ha sido desenterrada y no hay vacuna contra el odio y el oportunismo. Solamente la capacidad, el liderazgo y la visión de un Presidente vestido de estadista como el que ha demostrado ser el actual, más la institucionalidad seria del país, evitarán que el aquelarre del retorno de los brujos perfore nuestra democracia.

Ecuador, 07 de Octubre del 2021.- Cambio del Orden del Día, Interviene Asambleísta Ronny Aleaga. Fotos: Fernando Sandoval / Asamblea Nacional

  

 

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