Quito, Ecuador
“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes, son aquellas que más rápido se adaptan al cambio”
Charles Darwin
Entramos ya al siglo XXI desde hacía más de dos décadas aunque algunos parecen haberlo notado todavía. Nuestra forma de ver el mundo ha cambiado de manera drástica y todavía hay quienes se empeñan en no entender lo que estos cambios implican. El problema es que la preservación, la ecología y el cambio climático se volvieron discursos populistas de feministas, falsos ambientalistas y en general de las izquierdas dogmáticas que no son compatibles con los ideales que en estos años debemos tener.
El Presidente Guillermo Lasso se ha alineado perfectamente a la evolución que actualmente debemos tener como país. Por ello, se dio cuenta que ya es hora de dejar atrás los discursos y volverlos pragmáticos. En este sentido, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) el Ecuador demostró tener intenciones reales de afrontar el cambio climático.
La ampliación de la protección de la reserva del archipiélago de Galápagos —que se busca crezca hasta el 2030 el área protegida del océano Pacífico en al menos un 30%— implica un amplio compromiso con las 3.500 especies que actualmente viven en las islas. Sobre todo, el tiburón es el animal más afectado por la pesca ilegal china en aguas nacionales y con esta propuesta del presidente Lasso, hizo de los peces cartilaginosos sus votantes predilectos que estarán agradecidos con él por varios años.
Activistas y personalidades han elogiado esta iniciativa, entre ellos el actor Leonardo DiCaprio y Jeff Bezos, dueño de Amazon, que además buscará invertir en el Ecuador. Los negocios, la inversión y la ecología sí son compatibles. El país ya debe estar buscando políticas para la eliminación total de los subsidios a los combustibles fósiles que están acabando con nuestra flora y fauna y con la vida misma del ser humano (tema que está afectando a toda la raza alrededor del globo).
Nosotros tenemos uno de los combustibles más baratos de la región aún si se diese una eliminación total al subsidio de las gasolinas y el diésel. En este sentido, resulta realmente falso que los precios de la canasta básica familiar suban si el Estado ya no subsidia la gasolina, aquellos valores, realmente, están más sujetos a dispararse por el endeudamiento público que, paradójicamente, una parte se utiliza para mantener inútiles subsidios.
El Ecuador destina 1.500 millones de dólares en subsidios a combustibles fósiles. Este dinero, bien podría destinarse a infraestructura, medicinas, pago de deudas al IESS y demás necesidades del Estado.
Los movimientos que se hacen llamar ecologistas y entre ellos la propia CONAIE debería solicitar al Estado eliminar el impuesto a la importación de vehículos eléctricos y proponer una movilización más ecológica en soporte con el gremio de transportistas.
Aquello sería velar por la ecología y el desarrollo del país y demostrar su interés —si es que lo tienen— en políticas medioambientales.
Según la propia Organización de Naciones Unidas las ciudades en todo el planeta van a calentarse de manera drástica en los siguientes años, siendo Quito una de las más afectadas. Por esta razón es importante concientizar a la sociedad sobre este problema y los jóvenes debemos tomar estas iniciativas y defenderlas, desarrollarlas y perfeccionarlas sin que esto implique un retroceso a nuestro modelo económico. }
La protección a las Islas Galápagos fue un gran paso, pero todavía queda mucho que hacer en esta materia. ¡El planeta nos necesita!
