Los neoyorquinos y visitantes podrán recibir el Nuevo Año en el popular sector turístico de Times Square, como hacían antes de la pandemia, pero en esta ocasión deberán demostrar que están vacunados contra la COVID-19 para celebrar la llegada de 2022, dijo hoy el alcalde, Bill de Blasio.
Se requerirá que todas las personas mayores de cinco años presenten una prueba de vacunación anterior al 16 de diciembre, porque tarda dos semanas que el cuerpo desarrolle inmunidad tras haberse inoculado.
Aquellos que por razones médicas no puedan recibir la vacuna deberán presentar prueba negativa del virus realizada 72 horas previas al multitudinario evento, se indicó en la conferencia de prensa conjunta de De Blasio y Tom Harris, presidente de la organización Times Square Alliance, que representa a los comercios de la zona.
Harris indicó que el pasado sábado Times Square recibió a más de 270.000 personas y que en los pasados meses las visitas a esa zona han aumentado en un 50 %, lo que atribuyó a los esfuerzos de vacunación.
«Una celebración grande y con toda la fuerza está regresando a Nueva York», afirmó con entusiasmo el alcalde.
A diferencia de años anteriores, la celebración del año pasado sólo contó con un centenar de invitados: médicos, enfermeras, empleados de supermercados y maestros, entre otros trabajadores esenciales que arriesgaron sus vidas durante la pandemia del coronavirus, epidemia que convirtió a Nueva York en el foco de la crisis sanitaria.
De acuerdo con De Blasio, este retorno a la celebración de la Nochevieja es «una prueba más para el mundo de que estamos 100 % de regreso».
El titular del Departamento de Salud de la ciudad, doctor Dave Chokshi, explicó que la razón para que se exija estar completamente vacunados es reducir notablemente el riesgo de transmisión, «que sabemos que puede ocurrir al aire libre, aunque el riesgo sea menor».
Miles de personas, incluso muchas que viajan a Nueva York para esta ocasión, suelen acudir cada año a Times Square, donde disfrutan de la presentación de artistas y se unen, a las 11:59 de la noche, en la cuenta atrás hasta llegar a cero y dar paso al descenso de la icónica bola de cristal que da la bienvenida al nuevo año.
La bola está compuesta por 2.668 triángulos de cristal, iluminada por 32.256 bombillas led rojas, azules, verdes y blancas que forman una paleta de miles de tonos y pesa 5.386 kilogramos.
Esta celebración se remonta a 1904, cuando el entonces editor del periódico The New York Times, Adolph Ochs, quiso organizar por la Nochevieja un espectáculo de fuegos artificiales en la azotea del diario para marcar el traslado del medio a sus nuevas oficinas, previsto para un día después.
Sin embargo, no fue hasta tres años después cuando hizo su aparición la mítica bola, que entonces pesaba 317 kilogramos, tenía un diámetro de metro y medio y contaba con un centenar de bombillas blancas adosadas.
Desde entonces, se ha ido moldeando a lo largo de los años con distintos materiales e iluminaciones, incluido un diseño en forma de manzana en los 80, hasta llegar a la apariencia actual en 2007, con motivo de la celebración de su primer centenario, cuando la empresa de cristal Waterford y la compañía de iluminación Philips diseñaron la nueva esfera. EFE (I)