Bolivia empieza a vacunar a niños de 5 a 11 años

ARCHIVO - Un trabajador prepara una dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Pfizer-Biontech ("Biontech-Pfizer afirman que su vacuna es segura en niños de 5 a 11"). Foto: Matthias Balk/dpa

Varios menores acompañados de sus padres o algún tutor llegaron este jueves hasta distintos puntos de vacunación de Bolivia en el primer día de la inmunización a niños de 5 a 11 años contra la COVID-19.

En la ciudad central de Cochabamba, un grupo numeroso de pequeños hacía fila junto a sus padres en la Escuela Técnica de Salud para recibir la primera dosis de la vacuna china Sinopharm.

Muchos reconocieron estar algo nerviosos, pero a la vez felices de ser inmunizados, ya que con esta protección podrían salir un poco más de casa e incluso se abre la posibilidad de volver a clases presenciales el próximo año.

Evelyn Ferrufino, madre de Nicolás de 7 años, contó a Efe que decidió acudir el primer día de vacunación porque es un «modo de prevención» para los más pequeños ante la cuarta ola de la pandemia.

«Los papás tienen que darse cuenta de que es una manera de prevenir esta enfermedad, ya que muchas personas hemos perdido familia y hay que prevenir cuidando a nuestros pequeños», comentó Ferrufino.

En el transcurso de la mañana allí se aplicaron unas 300 dosis a niños, explicó a Efe por su parte la encargada de vacunación de ese punto, Ana María Coca.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció en la víspera la ampliación de la vacunación a los pequeños de 5 a 11 años desde esta jornada, con la que se prevé alcanzar a 1.646.498 menores.

Para que los niños sean vacunados, deben acudir con sus padres o un tutor legal, presentar su cédula de identidad y un formulario de consentimiento firmado por los adultos.

Otras regiones

En las regiones de La Paz, Cochabamba y Chuquisaca hubo filas cortas de niños en los puntos de inmunización.

La Alcaldía de La Paz anunció que se realizará una campaña de vacunación «casa por casa» para este segmento de la población y advirtió con no permitir la inscripción escolar de menores que no estén vacunados.

Algunos padres rechazan la posibilidad de vacunar a sus hijos y exigen mayor información al respecto.

Es el caso de los padres de familia de colegios privados que pidieron un «informe técnico científico internacional» que avale el uso de las vacunas chinas en niños.

El ministro de Salud, Jeyson Auza, replicó que se escogió la vacuna Sinopharm porque en su elaboración se utiliza una tecnología similar a la que se usa para la creación de vacunas para enfermedades como la polio, la hepatitis o la rabia.

«Estamos hablando de una tecnología que no es nueva, que ha demostrado su efectividad y seguridad y está demostrando que se puede prevenir la enfermedad en todos aquellos que reciben la vacuna y ahora en nuestros niños», enfatizó.

Además recordó que antes de fin de año arribarán al país 3 millones de vacunas Sinopharm donadas por China, que servirán para inmunizar a los niños.

En Bolivia la vacunación contra la COVID-19 alcanzó hasta el momento a 4.195.562 personas con la primera dosis, 3.308.180 con la segunda, 403.390 con terceras dosis de refuerzo y 983.425 se inmunizaron con fármacos unidosis.

Según el Gobierno, entre enero y noviembre de este año el país recibió 15,7 millones de vacunas de cinco farmacéuticas.

La vacunación empezó a fines de enero con el personal sanitario de primera línea y se amplió progresivamente hasta incluir desde noviembre a los mayores de 12 años y con la ampliación a los menores de 5 a 11 años, la población vacunable supera los 10,2 millones de bolivianos.

Bolivia acumula 547.892 casos positivos de COVID-19 y 19.276 decesos desde marzo de 2020. EFE (I)

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