Wall Street resurgió esta semana pese a la alta inflación registrada en noviembre en Estados Unidos y el temor a la variante ómicron del coronavirus, ante la que algunos gobiernos europeos están reforzando las medidas para evitar contagios.
En el acumulado semanal, el Dow Jones de Industriales avanza un 4 %, el selectivo S&P 500 un 3,8 % y el índice compuesto Nasdaq un 3,6 %.
En las principales plazas europeas, el dato del IPC estadounidense no ha caído bien y ha dejado pérdidas, pero aún así se registran ganancias semanales: París un 3,34 %, Fráncfort un 2,99 %, Milán un 3,02 %, Londres un 2,38 % y Madrid un 1,44 %.
La inflación en EE.UU. siguió subiendo el mes pasado y se situó en el 6,8 % en tasa anualizada, una cifra no vista desde 1982 que sigue atribuyéndose a los problemas en las cadenas de suministro, especialmente en el sector automotriz y la vivienda, junto a la mayor demanda de los consumidores.
Sin embargo, esto no impidió que el S&P cerrara hoy en cifras récord.
«Si bien la inflación superó las expectativas del mercado, la magnitud de la sorpresa fue menor que durante la primavera o después del verano», apuntó Ana Otálvaro, mánager de portafolio en la firma AXA IM.
El informe sobre la inflación «probablemente encamina a la Reserva Federal a anunciar un ritmo más rápido del ‘tapering’ (retirada de estímulos) en su próxima reunión de la semana que viene», apostilló Sylvia Dall’Angelo, economista senior del negocio internacional de Federated Hermes.
El objetivo del banco central es reducir progresivamente el volumen de compras mensuales de bonos hasta acabar en algún momento de 2022, pero su presidente, Jerome Powell, ha dicho que evalúa acelerar ese proceso por la posibilidad de que la inflación sea más persistente de lo calculado.
En el mercado de deuda ha habido cierta volatilidad relacionada con esa expectativa y con el cambiante apetito por el riesgo, por lo que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años ha ido subiendo progresivamente desde el 1,38 % del lunes hasta el 1,46 % este viernes.
Las acciones de las grandes tecnológicas, que tienen las valoraciones más altas del mercado, se han visto afectadas por esos movimientos de la deuda pero también por la rotación de valores de los inversores que buscan opciones con potencial para beneficiarse de la salida de la pandemia.
En general, la semana ha estado marcada por los desarrollos en torno a la variante ómicron del coronavirus, primero con optimismo al reportarse una enfermedad de COVID-19 menos grave de lo que se temía y después con inquietud por las restricciones aplicadas en varios países europeos.
En todo caso, las acciones de la fabricante de vacunas Moderna han salido perjudicadas de nuevo y restan cerca del 8 % acumulado, mientras que las de Pfizer, el otro gran productor, se mantienen sin apenas variación.
En el plano corporativo, se destacó también el debut en la Bolsa de Nueva York del banco digital brasileño Nubank, que se posicionó como la mayor «fintech» de Latinoamérica y superó al Itaú en capitalización al alcanzar unos 48.000 millones de dólares.
En el mercado de petróleo, el barril de Texas despide su mejor semana desde agosto con una revalorización del 8 % después de recuperarse por completo ya el lunes de las ventas causadas los días anteriores por el temor al impacto de la variante ómicron sobre la demanda energética. EFE (I)