
Cuba se prepara para celebrar la navidad en medio de uno de los peores brotes de la pandemia de COVID-19 con un récord diario de contagios y fallecidos. La crisis económica que acompaña a la situación sanitaria también se ha visto agravada.
La Nochebuena y el Año Nuevo en Cuba se viven sin grandes pretensiones ni lujos y se festejan desde 1997 cuando se instauró la Navidad como festivo luego de suspenderse en 1969.
Fue gracias a la histórica visita a la isla del Papa Juan Pablo II que se retomó la tradicional fecha, aunque sin grandes decoraciones alegóricas o la entrega de regalos.
La tradicional cena en familia del 24 de diciembre ha ido ganando un espacio en la mesa cubana y defiende como plato principal el cerdo asado, que esta vez se ha vuelto difícil de conseguir por los elevados precios y la escasez.
Cuba despide el año con una galopante inflación, la devaluación de su moneda local, una dolarización parcial de la economía, desabastecimiento de muchos productos básicos, alimentos y medicinas, lo que, unido al incremento de las sanciones de EE.UU., han agravado el panorama económico.
- Con información de EFE. (I)