Medios estatales informaron hoy del cierre del pleno del partido único norcoreano celebrado esta semana, que concluye sin mensajes para EE.UU. y el Sur, prolongando así la sensación de incertidumbre que planea sobre la península desde hace meses.
Aunque se preveían pistas sobre el rumbo de la política diplomática y militar del régimen para 2022, lo publicado al término del foro apenas se limitó a resaltar la importancia del desarrollo de la defensa nacional ante el panorama «creciente inestabilidad» en la península y se centró en hablar de economía doméstica.
La quinta y última sesión -celebrada el viernes en Pionyang– de la reunión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores contó de nuevo con la presencia del líder Kim Jong-un, que pronunció un discurso ante una tribuna atestada, tal y como muestran fotos publicadas hoy por el diario Rodong.
No hubo declaraciones de Kim
Sin embargo, para sorpresa de los analistas, el rotativo norcoreano no reprodujo las palabras literales de Kim y se limitó a repasar en estilo indirecto sus observaciones a modo de resolución.
Se esperaba algún tipo de mensaje dirigido a EE.UU., que ha ofrecido sin éxito retomar los contactos para reavivar el estancado diálogo sobre desarme, y a Corea del Sur, que ha propuesto firmar una declaración para dar por terminada la Guerra de Corea (1950-53) que el Norte ha recibido con tibieza.
Durante la asamblea plenaria incluso se convocaron «talleres sectoriales» liderados por miembros del politburó, incluido uno encabezado por Kim Yong-chol, máximo responsable del Departamento del Frente Unido (entidad centrada en espionaje y las relaciones con el Sur) y el ministro de Exteriores, Ri Son-gwon.
Sin embargo, el contenido de los mismos no se ha revelado y en la resolución solo se ha indicado que Corea del Norte va apostar por «mantener una serie de principios y parámetros tácticos en lo que respecta a las relaciones intercoreanas y los asuntos exteriores» sin precisar nada más.
La resolución publicada por el Rodong insta también a reforzar «con más vigor y sin trabas las capacidades de defensa nacional» ante «la creciente inestabilidad de la situación militar en la península coreana y el panorama internacional».
Se destaca como uno de los «logros más importantes de este año» el desarrollo de «un arma ultra moderna tras otra» por parte de la industria de defensa nacional, que este año ha seguido probando nuevos proyectiles tácticos -incluyendo uno hipersónico- cada vez más sofisticados a la hora de burlar sistemas de radar.
Enfoque en la economía
Pero ante todo, el pleno ha puesto el énfasis en potenciar el desarrollo económico, instando a la mejora de las industrias química, eléctrica, de maquinaria, carbonera o del sistema ferroviario, y, sobre todo, ha destacado la necesidad de modernizar el medio rural,
«La política de construcción rural de nuestro partido pasa por convertir en un futuro próximo todas las aldeas rurales del país en localidades idealmente prósperas y socialistas en un nivel similar al de la ciudad de Samjiyon», explica Rodong haciendo referencia a la población del noreste norcoreano cuyo reforma urbanística integral se presentó recientemente.
Se destaca también la construcción de casas para zonas afectadas en los últimos años por tifones que han destruido cosechas enteras, razón por las que se recalca a su vez la necesidad de lograr una «agricultura exitosa» y de potenciar la reforestación, la mejora de cauces y de obras para evitar desprendimientos.
Preocupación por la situación alimentaria
El momento de enorme aislamiento que vive Corea del Norte para combatir la pandemia, que ha afectado a sus importaciones, y el embate de estos fenómenos naturales han redoblado la preocupación por la situación alimentaria del país.
Pero el régimen no parece tener previsto modificar su política de fronteras absolutamente cerradas, ya que el pleno ha acentuado el éxito del actual sistema de «cuarentena», al que ha calificado de «primera prioridad nacional» y ha instado a seguir reforzando.
De este modo, el pleno no ha aclarado los principales interrogantes tras un año en el que Pionyang ha rechazado las vacunas del mecanismo COVAX, rehusado el ofrecimiento de EE.UU. para retomar el diálogo argumentando que mantiene una actitud «hostil» y mostrado escaso entusiasmo por los acercamientos de Seúl.
Con una Corea del Sur enfrascada en desarrollar nuevo armamento y con las presidenciales de marzo a la vista y un EE.UU. absorto en su oposición a China y encarando legislativas en noviembre, esta falta de concreción norcoreana -al menos de cara al exterior- dibuja un 2022 lleno de incógnitas, incluida la propia estabilidad económica del régimen. EFE (I)