Jerusalén, 19 ene (EFE).- La Autoridad Nacional Palestina (ANP) calificó de «crimen de guerra» el desalojo y la demolición de las dos casas de la familia Salhiya hoy en Jerusalén Este ocupado y pidió a Estados Unidos «intervenir de inmediato».
«Que (EE.UU.) asuma su responsabilidad e intervenga de inmediato para detener estos continuos crímenes israelíes contra nuestro pueblo en Jerusalén, específicamente en el barrio de Sheij Yarrah«, indicó en un comunicado difundido por la agencia oficial de noticia Wafa.
Además, solicitó la protección internacional para la población palestina que considera «está sujeta a una política de discriminación racial que el mundo nunca había visto”.
La presidencia palestina dijo que estas acciones «ponen a prueba a la administración (Joe) Biden y sus obligaciones» y pidió presionar «al gobierno de ocupación israelí para que detenga su política de limpieza étnica contra el pueblo palestino y evite a la región más tensión y escalada”.
El movimiento islamista, Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, condenó también las demoliciones y lo valoró como «hechos y etapas del conflicto que confirman el fracaso de la política sionista, a pesar de su criminalidad y racismo».
“Nuestro pueblo resolverá el conflicto a su favor a través de la lucha continua, porque es dueño de este derecho y de la tierra”, manifestó en un comunicado.
La familia Salhiya fue evacuada esta madrugada después de dos días atrincherada en su vivienda con bombonas de gas y gasolina para evitar la ejecución de una orden de desalojo y sus dos viviendas fueron demolidas inmediatamente después. EFE (I)