
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió este miércoles que su Gobierno debió hacer más tests para detectar la COVID-19 hace meses y que eso ha contribuido a la «fatiga» pandémica, sobre todo tras la llegada de la variante ómicron, que describió como un «nuevo enemigo».
«Aunque hemos hecho muchos avances, sé que hay mucha frustración y fatiga», dijo Biden en una rueda de prensa con motivo del primer aniversario de su llegada al poder, que se cumple mañana jueves. EFE (I)