Ecuador pide defender la tolerancia en el Día Internacional del Holocausto

El Canciller de Ecuador, Juan Carlos Holguín, en la reunión de la Celac, en Buenos Aires, el 7 de enero de 2022. Foto distribuida por la Cancillería de Ecuador.

Ecuador pidió hoy «coraje» y «empatía» para defender la tolerancia y la convivencia frente a los fenómenos del antisemitismo, racismo y discriminación de «minorías» o de quienes son «diferentes», en un acto con motivo del Día Internacional del Holocausto.

«Nuestro mejor tributo a las víctimas del Holocausto es trazar un camino hacia un mundo justo», afirmó el ministro de Exteriores, Juan Carlos Holguín, en una ceremonia virtual con la que el país andino rindió homenaje a los seis millones de judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial por la Alemania nazi.

Y consideró «fundamental» que «todos con coraje, empatía y principios, defendamos la tolerancia y los derechos humanos frente a los esfuerzos por deshumanizar y discriminar a las minorías o a quienes son diferentes», fenómenos que, aseguró, siguen latentes en nuestras sociedades.

Convocado por el Sistema de Naciones Unidas, la Embajada de Israel en Quito, la Comunidad Judía de Ecuador (CJE) y el colegio judío Alberto Einstein, el acto fue pregrabado y difundido por redes sociales por segundo año consecutivo debido a la pandemia.

En la ceremonia, la ministra de Educación, María Brown, destacó la importancia de la educación para «asegurar la convivencia y la paz», y la necesidad de solidarizarse en este día, como una vía para «honrar a las víctimas» del Holocausto, «con todos los pueblos que sufren discriminación».

Celebrada bajo el motivo «El transporte al exterminio», una de las temáticas propuestas en todo el mundo para la conmemoración de este 2022, la ceremonia realzó el argumento de cómo lo que en aquellos días fue una moderna herramienta de progreso, fue convertida por los nazis en una herramienta de muerte.

«Los trenes fueron parte vital de la Solución Final para trasladar a cientos de miles de víctimas hacia los campos de la muerte», recordó el embajador israelí Zeev Harel, hijo de supervivientes del holocausto, porque «los trenes se convirtieron de una herramienta de progreso, en una herramienta de destrucción».

Mientras, el presidente de la CJE, Daniel Leszcz, recordó que, sin los trenes, «la escala que tuvo el exterminio» del pueblo judío «no hubiera sido posible».

El genocidio, abundó, dependió de «la capacidad de los campos para asesinar lo suficientemente rápido y de los ferrocarriles de trasladar a las víctimas», una importancia -dijo- que se desprende incluso de que las estadísticas del Holocausto se basan precisamente en parte en los registros de los ferrocarriles.

El acto contó también con la participación de la máxima coordinadora residente de la ONU, Lena Savelli; del director regional de la Unesco, Julio Carranza; el embajador alemán, Philipp Schauer; y dos directivos del colegio judío de Quito, que alberga el Centro Manuel Antonio Muñoz Borrero, el diplomático ecuatoriano que expidió decenas de pasaportes para salvar a judíos.

De forma virtual, el rabino de la ciudad, Nir Koren, entonó desde la sinagoga la tradicional oración judía de recuerdo a los muertos («El Malé Rajamim», «O Dios pleno de misericordia»), y seis sobrevivientes del Holocausto encendieron las correspondientes velas en recuerdo de cada millón de víctimas.

La tercera fue dedicada también a la memoria de todas aquellas personas que sucumbieron a la pandemia de la COVID-19 en el mundo.

En ese sentido, Holguín sostuvo que «la recuperación de la pandemia» debe venir «acompañada de una sanación y fortalecimiento de nuestros lazos como personas, sociedades y países», como una de las lecciones de este día.

La pequeña comunidad judía de Ecuador está formada por unos 600 miembros, descendientes en parte de un grupo de judíos alemanes y centroeuropeos que llegaron al país andino en las décadas de los treinta y cuarenta del siglo XX, huyendo de la persecución nazi. EFE (I)

Más relacionadas