Lima, 7 feb (EFE).- Perú ha recibido «esquemas concretos» de asistencia técnica y cooperación de al menos 15 países y organismos internacionales ante la emergencia generada por el derrame de petróleo que se produjo el pasado 15 de enero en las costas de Lima, informó este lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La Cancillería señaló, en un comunicado, que también cuenta con «numerosas ofertas» para atender los daños al ecosistema causados por el vertido de más de 10.000 barriles de crudo desde la refinería La Pampilla, que opera la petrolera española Repsol.
Estas propuestas proceden de «países amigos y organismos internacionales», como resultado de las gestiones desplegadas por la Cancillería «para permitir la cooperación tanto bilateral como multilateral ante la emergencia ambiental» que afronta el país.
Exteriores efectuó las coordinaciones que permitieron el arribo al país de la Unidad Conjunta de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Esa misión se encarga de «evaluar y ofrecer asesoría estratégica a las autoridades nacionales sobre el impacto y riesgos generados» y ha sido «fortalecida» con el apoyo del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea en el envío de expertos asociados.
Perú también recibe la cooperación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU. para el envío de imágenes de satélites a la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (Conida) y próximamente recibirá a 9 expertos en manejo de desastres y respuestas a incidentes petroleros.
Por su parte, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha comprometido el envío de una misión de investigación técnica para el análisis de residuos de hidrocarburos en el biosistema y fondos marinos, que fortalecerá capacidades locales.
La Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS) activó, a su turno, el mecanismo del «Acuerdo sobre Cooperación Regional para el Combate Contra la Contaminación del Pacífico Sudeste por Hidrocarburos y otras Sustancias Nocivas», así como su Protocolo Complementario.
El país andino también ha recibido «otras respuestas solidarias» de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la Alianza del Pacífico y la Comunidad Andina, entre otros organismos, mientras que la Cancillería «continúa gestionando la cooperación que recibirá Perú en un próximo plazo, la cual deberá ser implementada en función de las necesidades concretas de los sectores especializados».
Entre estos ofrecimientos figuran propuestas de los países del Golfo, Argentina, Australia, Ecuador, Francia, Japón y Panamá, del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Centre For Environmental Fisheries and Aquicultural Sciences de Reino Unido y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
«Estas numerosas ofertas de cooperación internacional incluyen asesoría, asistencia técnica e intercambio de buenas prácticas de países e instituciones internacionales, enfocadas en las distintas fases del proceso de atención de la emergencia, desde la evaluación del impacto y riesgos hasta la mitigación, remediación, recuperación y verificación de los ecosistemas dañados», concluyó la nota.
El derrame que afectó playas de Lima y el Callao se produjo en el terminal número 2 de la refinería La Pampilla, en el municipio de Ventanilla, al soltarse o desprenderse presuntamente la plataforma de colectores, en coincidencia con un nivel inusitado del mar a causa del tsunami generado por la erupción volcánica en Tonga.
El litoral peruano recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de Repsol, que en un principio señaló que habían sido 6.000 barriles, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900 barriles.
La empresa precisó la semana pasada que el área afectada alcanzó los 105 kilómetros cuadrados, una superficie muy superior a los 11,9 kilómetros cuadrados que había informado el Gobierno peruano.
Este lunes informó que se dispone a entrar en la etapa final de limpieza de playas, que espera concluir durante este mes, mientras que en marzo terminará la labor en zonas que requieren trabajos más minuciosos como acantilados, zonas rocosas y arrecifes. EFE (I)