Santiago de Chile.- El nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, cerró este viernes su primer discurso desde el balcón del Palacio de la Moneda con un sentido homenaje al expresidente Salvador Allende reproduciendo las míticas palabras que pronunció en 1973 invitando a todos los chilenos y chilenas a “abrir las grandes alamedas” y “marchar en libertad”

“Como pronosticara hace casi cincuenta años Salvador Allende, estamos de nuevo compatriotas abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libres, para construir una sociedad mejor”, dijo en medio de una gran ovación de las miles de personas que le escupan en la plaza de la Constitución.

“Seguimos, viva Chile”, gritó Boric ante el entusiasmo de la muchedumbre y la propia emoción antes de recibir en el balcón a su pareja, Irina Karamanos, y compartir con ella el colofón de un discurso en el que dejó de lado la institucionalización que caracterizó el acto solemne de cambio de mando en el Congreso, en Valparaíso.

La jornada en La Moneda comenzó con un paseo por los alrededores en auto descubierto, un saludo cariñoso a las miles de personas que esperaban tras las vallas, el saludo protocolario a la Guardia y la entrada al patio de los cañones.

Después, desde un balcón cargado de simbolismo, y tras un saludo a las estatuas de Allende en el interior y el exterior del Palacio en el que el expresidente se suicidó durante el golpe del general Augusto Pinochet (1973), el nuevo presidente desgranó su programa, centrado en la recuperación de los derechos, la reparación y la justicia social.

Boric no eludió ninguno de los temas espinosos, apeló a las minorías y a la defensa de los derechos, a la ecología, a la unidad, a la dignidad, a los distintos pueblos chilenos, a la educación para todos, al diálogo como vía para la solución de los conflictos, tanto en el interior como en el exterior de las fronteras.

E instó a todos los chilenos y chilenas, tanto a los partidarios como a los detractores, a sumarse juntos a la tarea de refundar Chile y aprovechar la oportunidad de convertirse en un ejemplo porque “los ojos del mundo nos están mirando”. EFE

jm/laa