
Creyentes piden a San Lázaro, patrono de los pobres y los enfermos, gozar de buena salud o curar enfermedades. Son bendiciones que esperan recibir quienes se sumaron al encuentro de canes, de todas las razas y colores, que tiene lugar un domingo antes del inicio de la Semana Santa en la iglesia María Magdalena de Monimbó, un aguerrido barrio indígena de la ciudad de Masaya, 30 km al sur de Managua.
«Las fiestas de San Lázaro son originales en su celebración» porque reedita «la parábola del Lázaro rico (epulón) que tiene todo, y del Lázaro pobre que no tiene nada, enfermo, a quien los perros llegan a lamerle las llagas y se cura», contó a la AFP un estudioso de la cultura nicaragüense, Wilmor López.
En retribución, Lázaro cura y bendice con salud a todas las mascotas que lo visitan de la mano de sus dueños en esta fecha, vestidos con coloridos trajes o disfrazados de payaso u algún personaje.
