El ministro de Exteriores del Yemen, Ahmed Awad bin Mubarak, acusó hoy a los rebeldes hutíes de haber cometido violaciones de la tregua acordada con mediación de Naciones Unidas, horas después de que el armisticio entrara en vigor el sábado, informó la agencia estatal de noticias yemení Saba.
De acuerdo con la agencia, el ministro hizo estas declaraciones durante unas reuniones que mantuvo por separado en Riad con el embajador de Francia en el Yemen, Jean-Marie Safa, y el del Reino Unido, Richard Oppenheim.
Bin Mubarak trasladó al diplomático francés que «la milicia hutí cometió violaciones de la tregua humanitaria después de que entrara en vigor» ayer, sábado, a las 19.00 hora local (16.00 GMT).
Asimismo, denunció al embajador británico que los insurgentes «reanudaron sus agresiones en la provincia de Marib con varios tipos de armas pesadas, misiles balísticos y drones», según Saba.
Los hutíes violaron la tregua anoche, después de que entrara en vigor, al intentar avanzar en dos estratégicas provincias del centro y el suroeste del país, mientras que las tropas del Gobierno internacionalmente reconocido respondieron con artillería, informaron a Efe fuentes militares.
Esto se produjo a pesar de que los insurgentes chiíes se comprometieron a cesar las hostilidades contra las tropas del Gobierno y de la coalición militar liderada por Arabia Saudí que le apoya.
Por su parte, los insurgentes acusaron ayer a la alianza y a sus aliados de «cometer 34 violaciones de la tregua en las últimas 24 horas», según una fuente militar citada por la agencia de noticias Saba controlada por los hutíes, que no detalló si las agresiones se produjeron una vez comenzado el armisticio.
A pesar del cruce de acusaciones, hoy un barco cargado de combustible llegó al puerto yemení de Al Hudeida, controlado por los hutíes, como parte de la tregua de dos meses entre las partes beligerantes, en la que se permite el envío de este material a las zonas de los insurgentes.
La tregua estipula la entrada de 18 barcos de combustible en el puerto de Al Hudeida, sobre el que la coalición impone un bloqueo, y también se permitirán dos vuelos comerciales a la semana desde y hacia el aeropuerto de Saná, que corre la misma suerte que la instalación portuaria. EFE (I)