El Departamento de Estado de Estados Unidos denunció este martes asesinatos arbitrarios por parte del Gobierno de China, así como desapariciones forzadas, casos de tortura y detenciones masivas de minorías.
En su último informe de derechos humanos publicado este martes y que recoge episodios ocurridos a lo largo de 2021, la diplomacia estadounidense también acusó a China, como ya hiciera el año pasado, de «genocidio» contra los uigures y otras minorías musulmanas en la provincia noroccidental de Xinjiang.
El Departamento de Estado añadió, además, que en el país asiático hay cárceles que someten a los presos a condiciones «duras y que ponen en peligro sus vidas».
También acusó al régimen que dirige Xi Jinping de tener prisioneros políticos, de tomar represalias por motivos políticos contra ciudadanos chinos que se encuentran fuera de sus fronteras y de no permitir el control judicial independiente sobre el Partido Comunista.
El departamento que dirige Antony Blinken procedió con una larga lista de violaciones de los derechos humanos que incluye desde restricciones serias a la libertad de expresión y de prensa hasta esterilizaciones forzosas y abortos bajo intimidación.
Según el Gobierno estadounidense, estos crímenes se produjeron por parte de miembros del Gobierno y de las fuerzas de seguridad con total impunidad.
Aunque en ocasiones las autoridades anunciaron investigaciones de casos en que agentes de Policía habían matado a ciudadanos, los resultados de esas supuestas investigaciones nunca se dieron a conocer. EFE (I)