Mbappé escuchó la llamada de la patria

Mbappé, redes sociales en París
Mbappé, redes sociales en París

París, 23 may (EFE).- La llamada de la patria explica el cambio de actitud de Kylian Mbappé, desde su deseo de fichar por el Real Madrid en el verano pasado hasta su reciente renovación con el París Saint-Germain hasta 2025.

El atacante francés, considerado uno de los mejores jugadores del mundo, aseguró que no engañó al Madrid, que el dinero no fue el elemento que le convenció de quedarse y que en su reflexión escuchó a mucha gente, incluso al presidente, Emmanuel Macron.

Hasta la semana pasada no deshojó la margarita y, nada más decidirse, se lo comunicó al presidente del Madrid, Florentino Pérez, por deferencia y agradecimiento a los esfuerzos concedidos para ficharle.

Mbappé afirmó entender la decepción de la afición blanca y les pidió comprensión por sus motivos, que son los de la patria y no los de la cartera. Aseguró que no cree que las puertas del Bernabéu se le han cerrado porque en el fútbol las cosas cambian muy deprisa.

«El año pasado quería irme. Estaba convencido de que era la mejor decisión en ese momento. Pero hay un contexto, deportivo y también privado. Soy francés, el país en el que voy a vivir, en el que voy a envejecer. Hay un aspecto sentimental», dijo.

En lo futbolístico, aseguró que el proyecto del PSG «ha cambiado» en el momento en el que los propietarios cataríes se han comprometido a «cambiar muchas cosas» para convertir al club en una máquina de ganar.

Mbappé no quiso abandonar su patria y el país, casi entero, le pidió que se quedara, porque ya han sufrido durante décadas el éxodo de sus mejores figuras y ahora quieren aprovechar que tienen al jugador de moda para que su fútbol eleve el nivel.

«Todavía me quedan capítulos por escribir aquí», aseguró el futbolista, que empleó buena parte de su tiempo en justificar, de cara a la galaxia madridista, su decisión.

«Entiendo la decepción, espero que entiendan que he querido quedarme en mi país, que soy francés y como francés quiero seguir un poco más para elevar a Francia hasta la cumbre», dijo.

«No he dicho no al Madrid, he dicho sí a Francia, a un nuevo proyecto del PSG. He sentido la llamada de la patria y de la capital. Era pronto para irme de forma gratuita», aseguró a un grupo de medios tras la rueda de prensa.

MACRON INTERVIENE

En «petit comité» también le confesó a la televisión BFMTV que Macron interfirió, aunque no habló de presiones.

«Me dio buenos consejos (…) Me dijo que estaba muy contento (con la renovación), que es una buena noticia para el país y que está muy bien. Solo hubo una llamada. Siento mucho respeto hacia él. Pero no he tomado esta decisión porque me haya pedido que me quede, pero sí ha sido un parámetro entre otros», comentó.

Mbappé negó que su cambio de actitud haya roto cualquier compromiso y que tuviera un acuerdo firmado con el Madrid.

«No tenía un acuerdo con nadie. Siempre he funcionado así. Hemos hablado de todos los elementos de los contratos. Pero no había ningún acuerdo», dijo.

Cuando la semana pasada tomó la decisión, el club le pidió que guardara el secreto, pero él quiso prevenir al presidente del Madrid, Florentino Pérez, incluso antes que a sus compañeros de vestuario, que lo supieron a la vez que la afición.

«Tengo mucho respeto por él y por el club. Han tratado de hacerme feliz, de facilitar mi llegada. Como hombre respetuoso debía hablarle personalmente, nuestros vínculos son importantes», aseguró.

Haberse quedado, dijo Mbappé, no será un obstáculo para ganar el Balón de Oro, uno de sus objetivos.

«No se puede comparar Madrid con París, Madrid es un club mucho más antiguo. Pero las reglas del Balón de Oro han cambiado y da igual el club. Es el mejor jugador el que gana, no es como antes. El que más brilla, sin importar donde juegue», comentó.

Mbappé no cree que las puertas del Bernabéu se le hayan cerrado definitivamente, porque en el mundo del fútbol todo cambia de un día para otro.

De hecho, reconoció, por eso firmó un contrato de solo tres años. «Había que tener en cuenta los antecedentes (su anterior contrato duraba cinco años) y no firmar un contrato ni muy corto, ni muy largo. Tengo tiempo de desarrollar este proyecto y, dentro de tres años, nadie sabe qué puede pasar», concluyó. EFE (I)

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