Jurado de EEUU decide no imputar a mujer que provocó asesinato racista en los años 50

Emmett Till, adolescente afroamericano que fue torturado y asesinado en los Estados Unidos en 1955.

Un gran jurado de Misisipi (EE.UU.) decidió no imputar a la mujer cuyas denuncias provocaron el asesinato racista del menor afroamericano Emmett Till hace casi 70 años, anunció este martes el fiscal del caso, W. Dewayne Richardson.

En un comunicado, el fiscal del condado de Leflore (Misisipi) señaló que el gran jurado escuchó el testimonio de investigadores y testigos durante siete horas la semana pasada antes de decidir que las pruebas contra Carolyn Bryant Donham, de 87 años, eran insuficientes para acusarla de secuestro y homicidio involuntario.

El fiscal recordó que se trata de la segunda vez que un gran jurado escucha pruebas contra Donham.

El reverendo Wheeler Parker, primo de Till, calificó la decisión de «desafortunada, pero predecible».

En diciembre pasado el Departamento de Justicia de EE.UU. dio por cerrada su investigación sobre la supuesta retractación en su testimonio de Donham.

Till, de 14 años y residente en Chicago (Illinois), estaba visitando a su familia en Misisipi en 1955, cuando se produjo el encontronazo fatal con Donham, en aquel entonces de 20 años.

Algunos testigos indicaron que Till silbó a la mujer cuando abandonaba la tienda que regentaba con su marido. Donham declaró que el menor le agarró de la mano, el brazo y la cintura, y que le hizo proposiciones sexuales, al tiempo que le dijo que había estado anteriormente con mujeres blancas.

Como consecuencia de esas acusaciones, el adolescente fue secuestrado, torturado y asesinado por dos hombres blancos, uno de ellos hermanastro de Donham, que más tarde fueron absueltos por un jurado integrado exclusivamente por personas blancas.

Los asesinos de Till, ya fallecidos, admitirían más tarde ser autores del asesinato en una entrevista con la revista Look.

Tras el asesinato, la madre de Till pidió a periodistas que compartan imágenes del rostro desfigurado de su hijo para que la sociedad sea testigo de la violencia a la que fue sometido. Estas fotografías se volvieron parte del movimiento cultural que desembocó en el Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. EFE (I)

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