Investigadores alemanes y españoles están analizando juntos los efectos de la erupción volcánica en la isla canaria de La Palma, declaró hoy a dpa el responsable del proyecto, Jacob Geersen, de la Universidad de Kiel.
A principios de enero, un equipo de varios institutos cartografió el fondo marino de la isla desde el buque de investigación «Maria S. Merian«, explicó Geersen. En tres días, lograron inspeccionar la mayor parte de la parte occidental de la isla.
Los investigadores esperan que los datos permitan comprender mejor los cambios en la estructura del volcán provocados por la erupción de finales de 2021, a la que los expertos también se refieren como el edificio volcánico.
El volcán de la zona de Cumbre Vieja entró en erupción el 19 de septiembre de 2021 y causó inmensos daños. Al menos 7.000 personas tuvieron que ser evacuadas, 3.000 no pudieron regresar a sus hogares. Las plantaciones de plátanos, el producto más importante de la isla, también quedaron sepultadas por la lava.
«La erupción duró en total algo menos de tres meses y el área cubierta por la nueva lava es de más de 10,5 kilómetros cuadrados», explicó el geofísico marino Geersen, del Instituto de Geociencias de la Universidad Christian Albrecht de Kiel.
«Cientos de miles de terremotos, una colada de lava de hasta 190 metros de espesor y levantamientos y hundimientos verticales de la tierra de varios metros de magnitud son el resultado de la migración subterránea de la lava caliente», explicó a su vez Felix Gross, geofísico marino del Center for Ocean and Society de la Universidad de Kiel y socio del proyecto.
Dado que apenas se disponía de datos de alta resolución de la parte marina del flanco del volcán, la expedición «Sub:Palma» cartografió hidroacústicamente la zona occidental de la isla. Ahora los expertos quieren comparar los datos obtenidos con los resultados de las investigaciones realizadas en aguas profundas a finales de la década de 1990.
Los investigadores también quieren examinar los contornos exactos del flanco del volcán. «Los datos geodésicos y geológicos en tierra indican que se está deslizando lentamente hacia el Atlántico», dijo Gross. «Hasta ahora, sin embargo, no se conoce ni el tamaño de la parte del flanco móvil, ni dónde están los límites entre la parte inestable y la estable del edificio volcánico».
También participaron investigadores del Centro GEOMAR Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel y de dos institutos españoles. dpa