El triunfo del correísmo y el día después

Carlos Jijón

Guayaquil, Ecuador

Escuché esta madrugada a mi tocayo, el periodista Carlos Vera, a quien estimo y respeto, argumentar algo así como que el responsable del triunfo del correísmo, en las elecciones seccionales de este domingo, es el Presidente Guillermo Lasso, y que espera que tome los correctivos necesarios para evitar que esta situación avance.

Similares ideas he leído en un chat de buenos amigos, periodistas todos, de las más diversas tendencias. Que el triunfo de Correa es culpa nada más que del presidente Lasso, quien es responsable también de la derrota de la consulta popular (que ya dan por firmada, aunque hasta las 10h00 de este lunes se han contado recién el 1% de la votación de la provincia del Guayas).

Como si la única fuerza política que ha enfrentado al correísmo sea el responsable de su triunfo electoral, mientras que aquellos que lo han apoyado entusiastamente, aliándose con él en la Asamblea Nacional, no tuvieran vela en este entierro.

Buena está la cosa. O sea que el Partido Social Cristiano, que rompió con el gobierno que había ayudado a elegir, por la única razón de haberse negado a armar una mayoría parlamentaria con Correa, y que ahora ha sido derrotado en su bastión principal nada menos que por el correísmo, no es responsable de nada.

¿No era acaso más sensato apoyar al gobierno al que se había ayudado a elegir? ¿Trabajar conjuntamente con el gobierno a sacar adelante la provincia del Guayas y la ciudad de Guayaquil y preservarla como bastión electoral? ¿Y aislar al adversario político al que habían derrotado en las elecciones presidenciales?

Obviamente sí. Pero lo que se decidió fue lo contrario. Unirse al enemigo correísta para atacar al aliado, y ahora que ese enemigo los ha derrotado, reclamar airadamente al gobierno combatido conjuntamente y echarle la culpa de su propia derrota.

Obviamente no está solo el PSC en este entuerto. Ahí están medio Pachakutik y la CONAIE. Y la Izquierda Democrática. Y todos esos partidos que se han aliado al correísmo para formar una mayoría parlamentaria, que aliados incluso a oscuras fuerzas que han desatado la violencia en cárceles y calles de país, han buscado derrocar en tres ocasiones al gobierno que derrotó al correísmo en las urnas, y que es, actualmente la única fuerza orgánica capaz de enfrentarlo.

Y está también la prensa, o parte de ella. Empeñada en demostrar que si bien, durante el correísmo llegó a despedir a sus periodistas más destacados si estos incomodaban al gobierno, ahora que hay libertad de prensa, necesitan demostrar que son valientísimos, y que enfrentan al poder decididamente, aunque la economía crezca y se respete un ambiente de libertad. Qué puede importar eso. O que esos ataques excesivos puedan dar pábulo al triunfo de esa fuerza política que los oprimió.

Por supuesto, el régimen ha cometido errores que requiere urgentemente rectificar. Necesita, para empezar, un ministro de Gobierno. El presidente de la República necesita un ministro de Gobierno que conduzca la política, no como ejecutor de las decisiones de un grupo que no acepta responsabilidad pública, sino un líder que conduzca. Un Camilo Ponce, un Heinz Moeller, un Andrés Vallejo.

Necesita un sacudón. Un sacudón en lo político. A fin de cuentas, la política es demasiado trascendente como para dejarla en manos de un grupo de jóvenes académicos de escasa experiencia, cuyo actuar ha conducido al gobierno, también, en gran medida, a la situación que hoy vive la Nación. Vale.

Más relacionadas