Perú ante el reto de encontrar su propia ruta hacia la transición energética

LIM01. LIMA (PERÚ), 11/02/2023.- Fotografía sin fecha cedida por Kallpa, que muestra la central de ciclo combinado de Kallpa, en Lima (Perú). Perú, como el resto del planeta, debe abordar en las próximas décadas el reto de la transición energética, un desafío en el que tendrá que encontrar su propio camino y en el que el gas natural, abundante en el país, podría jugar un papel todavía importante, según coinciden varios expertos. EFE/Kallpa/SOLO USO EDITORIAL /NO VENTAS /SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA /CRÉDITO OBLIGATORIO

Lima.- Perú, como el resto del planeta, debe abordar en las próximas décadas el reto de la transición energética, un desafío en el que tendrá que encontrar su propio camino y en el que el gas natural, abundante en el país, podría jugar un papel todavía importante, según coinciden varios expertos.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU para el 2030 incluyen «adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos», lo que ha motivado que los países comiencen a dialogar con profundidad acerca de la transición energética.

Esto supone cambiar el actual sistema basado en los combustibles fósiles a uno de bajas emisiones o sin emisiones de carbono, basado en las fuentes renovables, un gran desafío global que los países deben adoptar.

En ese sentido, el director ejecutivo del Instituto Videnza y exministro de Economía de Perú, Luis Miguel Castilla, ha identificado lo que denomina «el dilema del triángulo energético».

«Usualmente hay una tensión entre los objetivos de procurar mantener una energía a un costo competitivo, accesible, por otro lado, que las fuentes de energía sean sostenibles ambientalmente, menos dependientes de los combustibles fósiles, en línea con compromisos ambientales, y lo más complejo siempre es mantener la seguridad en el suministro», explica a EFE.

A su juicio, «ese es el tema central y tiene que haber un equilibrio adecuado entre estos tres vértices que a veces pueden tener fricciones entre ellos».

«Si ves la matriz energética peruana, es una matriz relativamente limpia. El 54 % es hidráulica, el 38 % es termoeléctrica, dependiente del gas natural, y el 7 % restante es entre los (recursos energéticos renovables) alternativos»

Por eso, concluye que «el 92 % de la matriz energética peruana es relativamente limpia».

Sin embargo, Castilla recuerda los desafíos que suponen las renovables en un país como Perú: «La energía solar, por ejemplo, depende de que pasa una nube y hay un bajón. El costo del almacenamiento es alto».

«La idea es poder capitalizar el hecho de que partimos de una base de tener un alto componente hidráulico que es renovable, que tenemos una fuente no renovable (…) que de las fuentes de energías fósil es la más limpia (el gas natural), comparados con otros países que dependen del carbón o tienen que quemar diésel», explica.

Castilla recuerda que las grandes fuentes de CO2 en Perú «están por otro lado», no en la generación de energía.

ATERRIZAR LA TRANSICIÓN A PERÚ

Ante este panorama, el director general de Inkia Energy, matriz de una de las principales generadoras de energía del Perú, Kallpa, Willem Van Twembeke, explica que la «transición energética en cada país del mundo significa algo diferente».

«Depende de la geografía del país, depende de los recursos naturales (y) donde el país está localizado en el globo, eso cambia la situación en cada país enormemente. Entonces, una solución en un país no aplica para otro país», subraya.

«En ese sentido, Perú que es un país que realmente tiene una situación privilegiada para lograr ‘net zero’ (llegar a las emisiones netas cero) en 2050. Perú fácilmente puede llegar a este objetivo», apostilla.

A juicio de Van Twembeke esa situación de privilegio se basa en que «tiene muchos recursos naturales energéticos», por ejemplo, para el desarrollo de la hidroenergía o zonas «con mucho viento para generación eólica» y «además tiene el gas internamente», sin necesidad de importarlo.

«El gas es importante porque, si uno quiere llegar a ‘net zero’, (con) las renovables uno no controla cuanto generan en el día», por lo que se necesita «la flexibilidad de plantas a gas», comenta.

Es posible hacer eso mismo «con baterías, pero es demasiado caro para reemplazar ahora las plantas a gas».

«Pienso que el gas se va a necesitar alrededor de 20 años más en el Perú, en medio de este periodo pienso que vamos a tener baterías más económicas y en el fin de este periodo de transición de gas vamos a poder reemplazar la generación a gas con baterías y cosas equivalentes. Creo que es la evolución natural», dice antes de pedir que no se olvide el aspecto económico de la transición energética.

«Hay una diferencia de un país en desarrollo a uno desarrollado. Es un poco irritante que los europeos, que han cometido tantos errores en el sector energético, como hemos comprobado estos años, siempre dan elecciones a otros países. Ellos piensan que las soluciones de Europa y Estados Unidos son las soluciones países en desarrollo como Perú deben aplicar», asegura Van Twembeke.

Por todo ello concluye que «Perú tiene que encontrar su camino para la transición energética». EFE

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