Chilena Alberdi lleva a Berlinale documental íntimo que aborda el alzhéimer

Alzheimer

Berlín.- La realizadora chilena Maite Alberdi presentó hoy en la Berlinale su documental sobre Augusto Góngora, un filme «colectivo» que por iniciativa del propio periodista chileno y apoyado por su mujer, la actriz Paulina Urrutia, registra su propia fragilidad tras ser diagnosticado de alzhéimer en 2014.

En entrevista con EFE, Urrutia explica que como actriz viene de un mundo en el que «uno se va transformando de manera permanente», por lo que su manera de vivir y de escribir su historia «no tiene ningún tipo de registro».

En esto se diferencia de su marido, «que es un periodista, que además fue un documentalista, que fue capaz de registrar parte de la historia reciente» de Chile, por lo que «su manera de escribir y de decir las cosas tenía mucho que ver con el registro».

«Entonces, podrás comprender y dejo aquí a Maite que diga de quién fue realmente esta historia; y el verdadero cómplice de esto fue Augusto, no yo», explica, al tiempo que Alberdi corrobora: «Sí, fue Augusto que desde el principio quiso filmarla».

Según la realizadora, el periodista estuvo siempre muy decidido a contar esta historia y tratando de convencer a su mujer, que no quería.

«Fue muy consecuente de él», dice la cineasta al comentar que Góngora, que filmó toda su vida, estuviera decidido a filmar su propia «fragilidad».

El periodista «filmó el dolor, filmó la fragilidad, filmó la precariedad de mucha gente que le abrió la puerta» y él abre ahora la suya, añade.

En este sentido, «efectivamente también siento que es un acto de coherencia total con su propia historia», señala.

Así, «The Eternal Memory» es un retrato, desde el respeto y el profundo amor y cariño, de un hombre que durante toda su vida escribió contra el olvido colectivo y se enfrenta ahora él mismo a la pérdida gradual de su memoria.

Para grabar el documental, todos tomaron la cámara, también el periodista, dicen la realizadora y la actriz entre risas.

«Es muy coral. Todos grabamos. Grabé yo, grabó la Paulina, grabó Augusto, es una película colectiva, sí. De hecho, está en los créditos como camarógrafo», dice Alberdi.

Según la realizadora, Urrutia «es una muy buena directora de foto, porque es actriz», y «fue capaz de ubicar el encuadre, asumir que la cámara no está ahí y dejarla e interactuar».

«Filmó muchas cosas a las que yo jamás habría tenido acceso y creo que nuestros materiales se cruzan de manera muy coherente», señala.

A pesar de abordar la pérdida gradual de la memoria, «no es una película acerca de lo terrible del alzhéimer», dice la actriz.

«Es una película que está tratada desde el cariño, desde el cuidado, desde su consciencia hacia la cámara, desde la consciencia de la persona que más lo quiere en el mundo, que mejor lo cuida (…) decidiendo juntas hasta cuándo grabar, cuándo ya no había que mostrar más, como con un límite también sobre eso bastante claro», explica la directora.

Según Alberdi, «no hay ninguna imagen perturbadora» y «por supuesto que hay momentos dolorosos, momentos difíciles, momentos de mucha fragilidad, pero así es la vida».

«Vivimos y convivimos con la fragilidad y, si no la mostramos, no vamos a convivir nunca y no vamos a integrar nunca a las personas con alzhéimer, no vamos a integrar nunca a las personas con discapacidad», afirma.

Al contrario, agrega, es necesario «empezar a mostrar, representarla con cuidado, con cariño, pero visibilizarla».

Tras salir de la primera función de su documental, que se proyecta dentro de la sección Panorama, la cineasta se muestra agradecida con el público, «que tuvo un viaje emocional» y se entregó.

«Para mí eso es una demostración de cuán transversal es esta historia», con un público además completamente distinto y con otra carga al de Chile, ya que en su país la actriz y exministra de Cultura y el periodista son personajes conocidos.

Urrutia, por su parte, dice estar «muy emocionada» y «muy agradecida», porque en definitiva es una historia muy íntima «pero como un ejercicio tan delicado, tan lúcido, tan generoso también de parte de Maite, que a través del cine toma esta historia y permite que sea universal». EFE

egw/rf

(vídeo)

Más relacionadas