El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) reinició el bombeo de crudo desde la noche del martes tras culminar los trabajos de reparación de la zona afectada por un deslizamiento tierra, que obligó a detener el transporte de crudo por casi una semana, según informó este miércoles la petrolera estatal Petroecuador.
El deslizamiento de tierra, ocurrido en la provincia amazónica de Napo, obligó a detener el bombeo tanto del SOTE, operado por Petroecuador, como del privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), para prevenir una eventual rotura de la tubería tras colapsar un puente a causa del corrimiento de tierra sobre el río Marker.
Esta situación llevó al Gobierno a declarar el estado de «fuerza mayor» para evitar reclamos por incumplimiento de los compromisos internacionales de exportación de crudo y a detener la producción de numerosos pozos, lo que hizo caer en más de un 50 % la producción nacional, de 484.000 a 239.000 barriles diarios.
La gerente general interina de Petroecuador, María Elisa Soledispa, agradeció las labores realizadas por los técnicos de la empresa conjuntamente con el personal del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, cuyo resultado permitió, en menos de siete días, avanzar con las obras en los tiempos previstos a pesar de las condiciones climáticas adversas.
Soledispa indicó que actualmente el SOTE está bombeando 13.750 barriles por hora, por lo que, en las próximas horas se espera reiniciar progresivamente los pozos que fueron apagados en los campos de la Amazonía, tras la declaratoria de «fuerza mayor».
En el caso del Poliducto Shushufindi–Quito, que también fue detenido al pasar por el mismo lugar, la encargada de Petroecuador indicó que continúan las tareas para asegurar su tubería, que estará ubicada bajo el SOTE para aprovechar la nueva infraestructura ya instalada.
Estos trabajos tienen un avance de más del 40 % y se espera retomar las operaciones y el bombeo de combustible a partir de este viernes 3 de marzo.
Asimismo, una vez que culminen estas tareas preventivas, se construirán, sobre la montaña, la octava variante del SOTE y la sexta del poliducto, con la finalidad de asegurar la continuidad en las operaciones y evitar que sean afectadas por situaciones relacionadas al aumento del caudal en el río Marker.
El corrimiento de tierra se dio en el río Marker, en una zona cercana al volcán El Reventador, que mantiene una actividad eruptiva permanente desde el año 2002.
Un proceso de «erosión regresiva», que ha causado socavones y el colapso de ciertas áreas cercanas a ríos del lugar, ha afectado también a tramos de la carretera y a los sistemas de transporte de crudo que cruzan por el sector. EFE