Zoología política

Fernando López Milán

Quito, Ecuador

“En América Latina, en los países dominados o asediados por el progresismo, los límites entre el crimen y la política se han borrado. La reciente fuga de la embajada argentina en Quito de la prófuga de la justicia ecuatoriana, María de los Ángeles Duarte, se dio gracias a la participación activa de los gobiernos de Argentina y Venezuela. La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha sido sentenciada por corrupción, y el presidente de esa república, Alberto Fernández, recibió en la Casa Rosada a uno de los corruptos mayores del continente: el expresidente Rafel Correa”.

Después de escribir esto, sentí el impulso repentino de dedicarme a la zoología. Lo que sigue es el producto de ese empeño:

La Zorra.

Es un animal astuto que, sintiéndose incapaz de tomar las uvas que están fuera de su alcance, anuncia a quien quiera oírle que las uvas están verdes. Si se encuentra con algún vanidoso, sabe lo que debe hacer. El mundo, y la Zorra es muy consciente de eso, está lleno de cuervos que se creen cantantes y que, desquiciados por esa creencia, se encuentran siempre dispuestos a abrir el pico -en el que sostienen el pedazo de queso de su almuerzo- para demostrar las dotes de las que carecen. “Usted canta como los dioses” es la frase que la Zorra usa en estas ocasiones. El Cuervo, entonces, debilitado por la descarga eléctrica del halago, abre el pico y suelta el queso, que va a dar directamente en las fauces de la Zorra. La Zorra, sin el artículo determinado, se junta con cualquiera.

La Hiena.

Es un animal que se alimenta de carroña y, mientras lo hace, ríe a carcajadas. Debido a su indiscreción, todo el mundo termina enterándose de sus malas costumbres.

El Mono.

Ansioso por figurar y ser tomado en cuenta, hace muecas, chilla, se pone de cabeza y hace gestos obscenos a las mujeres.

La Cebra.

Tiene más rayas que el Tigre.

El Perro.

Lo suyo es la obediencia ciega.

El Burro.

Es sufrido, pero carece de inteligencia.

El Borrego.

Va sin protestar a donde lo lleven, incluso al matadero.

La Urraca.

Roba y va de nuevo.

El Pavorreal.

Tiene la costumbre de exhibir las hermosas plumas de su cola, pero cuando habla se le nota una absoluta falta de familiaridad con las ideas.

El León.

Es un animal noble, lamentablemente extinto en la selva política ecuatoriana.

Al terminar de escribir mis ensayos zoológicos, cerré los ojos, descansé la cabeza en el respaldo de la silla, y procuré poner la mente en blanco. No lo conseguí. Sin el menor respeto a mis esfuerzos por alcanzar la paz mental, en tropel, dando gritos y haciendo muecas, Esteban Torres, Viviana Veloz, Mireya Pazmiño, Virgilio Saquicela, Leonidas Iza, Jaime Nebot y otros engendros morales invadieron mi mente. “El cerebro humano, me dije, suele establecer precisas asociaciones”.

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