Juan David Martínez Díaz
La aporía es un concepto de origen griego que, etimológicante, representa la dificultad de encontrar una salida. El término surge en los diálogos socráticos como la descripción de un estado de perplejidad en el razonamiento en situaciones en las que posibles respuestas vienen acompañadas de preguntas y desafíos quizás mayores. Durante los últimos días, inevitablemente esta palabra ha rondado mi cabeza en medio del dilema juicio político – muerte cruzada, y viceversa.
El juicio político presidencial y la disolución del parlamento son figuras reconocidas por la ley, que tienen su origen en antecedentes históricos remontables a los siglos XIV y XVII, respectivamente. Desde sus inicios, fueron herramientas concebidas como salvaguardias de la estabilidad en medio de situaciones excepcionales de emergencia. Básicamente, objetos cuyo propósito era no utilizarse; como un extintor o un plan de evacuación. Sin embargo, como todo en política, su invocación traía consigo preocupaciones sobre lo que viene después y sus consecuencias.
Quizás, el concepto de aporía puede ser, como pocos, uno que nos permita entender la tensión entre la necesidad de contar con figuras legales ante la emergencia pero dudar sus implicaciones y consecuencias. Esta situación refleja la complejidad y la ambigüedad inherente a ciertas situaciones políticas.
Hoy en Ecuador vivimos a la espera del siguiente movimiento en el tablero del contrincante. Parecería que la complejidad de las necesidades del país se redujo a un juego de dos bandos en el que no parece haber ganador visible. La nula autocrítica versus el afán desbocado por la impunidad.
Enfrentar la aporía en Ecuador requiere que sus diferentes actores sociales adopten un enfoque reflexivo y crítico respecto al futuro del país. Hacer una pausa en medio del ruido innecesario y escuchar las voces de quienes hacen que esto que llamamos política tenga razón de ser. Ecuador necesita pensar en Ecuador, no en uno que otro político jugador.
El dilema sin duda es complejo, ojalá estemos a la altura de lo que el país requiere.
- Juan David Martínez Díaz es politólogo por la Universidad Internacional del Ecuador. Máster en Política Comparada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y máster en Big Data y Business Intelligence. Entusiasta de la filosofía y el pan horneado en casa.
