Gobierno francés: más impuestos ecológicos para la aviación privada

El mes pasado, la aerolínea, con sede en Chicago, se convirtió en la primera compañía de transporte de pasajeros de EE.UU. en trasladar la vacuna al país, operando cinco vuelos desde Bruselas a Chicago en aviones Boeing 777 de cargo. EFE/EPA/JOHN G. MABANGLO/Archivo

París,.- El Gobierno francés rechaza la idea de prohibir los vuelos privados, como querían los ecologistas, pero tiene intención de aumentar los impuestos ecológicos a esa actividad objeto de críticas por la gran cantidad de emisiones que generan los viajes de unos pocos, por lo general muy ricos o muy famosos.

El ministro de Transportes, Clément Beaune, anunció que propondrá el año próximo «una ecocontribución suplementaria» para «tener en cuenta esos comportamientos».

En un debate en la noche del jueves al viernes en la Asamblea Nacional de una proposición de ley de los diputados ecologistas para prohibir los vuelos no regulares de pasajeros que no son objeto de explotación comercial y los vuelos no regulares con menos de 60 pasajeros, Beaune presentó esta propuesta.

Por una parte, dijo que «la prohibición general da buena conciencia, pero en la práctica no hace progresar la transición ecológica», e hizo notar los problemas jurídicos que plantearía, así como la dificultar para controlar las posibles derogaciones que habría que establecer.

Por otra, reconoció que hay prácticas «chocantes» y hasta «inaceptables» en el uso de aviones con fines estrictamente privados, en una alusión apenas velada a las polémicas de los últimos meses sobre el uso de reactores de negocios por multimillonarios, deportistas o estrellas del espectáculo.

El ministro francés recordó que este año se incluyó en el presupuesto un incremento del 70 % en el impuesto que grava los carburantes de la aviación privada.

El diputado ecologista Julien Bayou, ponente de la proposición de ley para prohibir esos vuelos -que no salió adelante-, la había defendido insistiendo en que, aunque en términos globales la aviación privada representa el 0,1 % de las emisiones de efecto invernadero, es una medida que sólo pide «un pequeño esfuerzo» a los ricos, que tienen la alternativa de vuelos comerciales o los trenes.

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