Luego que la La Contraloría General del Estado presentara un informe en el que señala que hubo familiares de concejales que ingresaron a trabajar en el Municipio, mientras ellos ejercían funciones. Este hecho está prohibido y podría incurrir en el delito de nepotismo.
El parentesco más directo es de Benitez y su hijo, Juan Dávalos Benítez, quien –según la Contraloría–, trabajó en el despacho del concejal de la Revolución Ciudadana, Luis Reina.
El salario percibido, por el hijo de la concejala, era de $3.000 mensuales.
También están los familiares de Mónica Sandoval (cuñada); Fernando Morales (dos primos); Amparito Narváez (cuñado); Andrea Hidalgo (cuñado); Heidi Moreno (cuñado) y Orlando Núñez (primo). Este último concejal también fue acusado de coimar a taxistas, a través de su hermano, Mauricio Núñez.
Podrían perder derechos políticos
El Alcalde de Quito, Santiago Guarderas, señaló que el examen de la Contraloría da señales de posible nepotismo al interior del Municipio y que, al continuar las investigaciones, de hallarse responsabilidades, los concejales mencionados podrían perder sus derechos políticos, lo que les impediría buscar alguna dignidad en el sector público.
Guarderas señaló que desde la dirección de recursos humanos del Municipio cuentan con la documentación para colaborar en caso de investigaciones, pero agregó que la culpa no recae en esta dirección; sino en los protagonistas: los concejales. «Si yo sé que eso está prohibido (…) contratar a un familiar, no lo hago», dijo, pero evitó calificar de dolosa la actuación de los ediles.
Guarderas dijo que ni cuando esa concejales/vicealcalde y luego Alcalde tuvo conocimiento de estos hechos y agregó que, el hecho de que falte un mes para que los mencionados concejales dejen sus cargos, no quita que la investigación continúe.