
Rochester, Estados Unidos
Como en el álgebra, para resolver una ecuación hay que despejar la incógnita.
Excelente oportunidad para la mente que nos ubica en la realidad política y económica de las próximas elecciones.
En primer lugar, es menester entender que los candidatos puros y virginales no existen.
Todos obedecen a intereses, facciones e ideologías.
En segundo lugar, requieren de financiamiento para hacerse escuchar y conocer, lo cual de entrada los condiciona en sus decisiones futuras.
En tercer lugar, las ofertas que plantean se incumplen en su mayoría porque dependen de muchos factores que únicamente se conocen cuando asumen el poder.
Por lo tanto, lo más común es que ofrezcan soluciones inmediatas y acusen, con mucha o poca razón, al gobernante anterior por sus fracasos para garantizar que ellos van a solucionarlo todo.
Para entender, empecemos entonces por definir que no existen candidatos sin pasado, sin financiación y sin compromisos.
Lo qué hay que descubrir para despejar la incógnita es quienes los financian y para qué. Tomen en cuenta que el dinero que entrega el CNE es apenas la punta del iceberg, que sirve a los pequeños grupos pero es insuficiente para las campañas a gran escala.
Cuando sepamos exactamente quienes son los candidatos inscritos, empezaremos a despejar las incongruencias, perdón las incógnitas. Así podremos entender mejor a qué nos enfrentamos.
